Doña Leticia se vino abajo: «Sólo acertaba a decir: 'Lo siento, lo siento, lo siento… perdonad', Movía la cabeza y lloraba, nada más».
Es la de una mujer con mascarilla que parecía consolar a doña Letizia, desencajada por el llanto. Esa joven es Alicia, cuyo hijo quizás se salvó porque en el E1, la escuela de fútbol asentada en la localidad, decidieron que ante la alerta roja ese día no había entrenamiento: «Porque iba a llover mucho, por si caía un foco o algo. Eso nos dijeron». El polideportivo está totalmente destruido, con coches en medio del agua que aún no han sido revisados.