Kristian Rex, de Nueva Jersey (Estados Unidos), recuerda que admiraba la fortaleza de su padre, patrón de barco, cuando él era niño. Ahora él ha sufrido un derrame cerebral y ha perdido movilidad, por lo cual entre él y su hijo Luke le ayudan a asearse, en un hermoso ejemplo del cuarto mandamiento de la Ley de Dios: Honrarás a tu padre y a tu madre.