domingo, 31 de julio de 2011

La continuación de ‘La vida es bella’, de Begnini (I)

La continuación de ‘La vida es bella’, de Begnini (I)
Julián tiene motivos para recordar a su padre con cariño, aunque desapareciese de su vida cuando él tenía seis años, en octubre de 1936

   Os presento esta historia que pertenece a la serie ‘La otra memoria’ con la que ZENIT está sacando a la luz actos de bondad en la guerra civil española que ayuden verdaderamente a la reconciliación y la paz.

      El historiador José Andrés-Gallego recoge uno de los testimonios que han llegado a su blog: el de un niño que aprendió a perdonar a quienes mataron a su padre, gracias a un sacerdote que iba, familia por familia, invitando a la reconciliación.
* * *
      Recordarán, sin duda, la película La vida es bella, en la que Benigni relataba la historia de un niño judío y su padre, llevados a un campo de concentración. Contaba cómo el padre no sólo evitó que mataran al hijo, sino que le mantuvo en la ilusión de que todo aquello era un juego realmente gigantesco, y eso hasta el final de los finales: cuando lo llevaban a matar y pasó delante de su hijo —que estaba escondido—, le hizo un guiño de complicidad, que hizo sonreír al pequeño en su escondite.
      También recordarán que la película termina cuando el niño se reencontró con su madre, que caminaba en fila con las demás mujeres liberadas del campo, y que, en "off" (creo que se dice así), se escuchaba la voz de ese hijo, ya mayor, que comprendía la heroicidad magistral de su padre.
      Pues bien, esa última parte (la voz en “off” sobre el reencuentro entre madre e hijo) implica sobreponer dos momentos distintos y muy distantes, entre los cuales tuvo que pasar mucho tiempo —años— y, en ese tiempo, fue cuando el niño no sólo se hizo mayor, sino que comprendió el alcance de lo que su padre había hecho por él. Algo le diría la madre, supongo.
      Ahora sepan que una de las visitantes del blog me ha brindado una historia que permitiría a Benigni continuar la película y —quizá— quebrar la idea de que nunca segundas partes fueron buenas. De lo que me habla mi visitante —Valvanera— es de un hombre que ya ha pasado los ochenta años de edad, tiene la mente lúcida, un recuerdo muy positivo de la vida, y se llama Julián. Vive en un barrio de Madrid —el del Pilar— que se citaba, hace años, como uno de los de mayor hacinamiento de España. Julián ha consagrado a él —y a su gente— gran parte de la vida; contribuyó a crear y mantener con su presencia y actividad, primero, un lugar donde esa gente pudiera reunirse, hablar, oír y sentirse a gusto y, cuando el barrio lo exigió —porque crecía más y más—, pasó a crear otro lugar semejante, y así hasta ahora.
      No hablo de ningún lugar misterioso (aunque debo reconocer que es el albergue del misterio por excelencia). Hablo de un tipo de lugar muy conocido, y eso hasta el punto de que se ha olvidado su verdadero origen, que está en la Roma clásica y, en la Roma imperial, no tenía nada de misterioso. En el mundo de habla hispana, lo llamamos parroquia.
      A don Julián, hoy sacerdote, le ha mantenido en esas lides el recuerdo de la fortaleza y la generosidad de su madre. Tampoco olvida la fortaleza y la generosidad de su hermana, dos años mayor que él. Además, hace acaso setenta años (o más), cuando volvieron los del pueblo que se salvaron de la persecución del bando contrario, contaron que su padre, en la prisión, repetía frecuentemente “Mis hijos. Mis hijos…” Así que también tiene motivos para recordarle con cariño, aunque desapareciese de su vida cuando él tenía seis años, en octubre de 1936. Se lo llevaron unos hombres armados que venían de la Puebla de Don Fadrique, otro lugar cercano.
      Pero lo que indujo a Julián, de niño, a vivir del modo en que ha vivido fue —según Valvanera, mi visitante— algo que vio después de la guerra: al cura de su pueblo (Quero, en La Mancha), lo mantuvieron escondido diversas familias y, cuando todo terminó y volvió a salir a la calle, se dio cuenta de que había mucha gente que había sufrido enormemente y que deseaba el mal a los del bando contrario, o así lo parecía. Así que su tarea —además de la misa y otras— consistió en dedicarse a visitar a esas familias las veces que hiciera falta para animarles a olvidar. Debía decir “olvidar”; porque sabemos de una mujer, al menos, que le replicó alguna vez que perdonaba, pero que también pedía justicia.
      El caso es que, a Julián, le encantaba asistir a esas conversaciones de su familia con el cura. Habían perdido al padre y marido y también iba a verlos y animarles. En realidad, a Julián le gustaba enterarse de qué hablaban los mayores, fuera cual fuese el asunto del que trataban. Pero lo cierto fue que, de aquellas visitas, en él nació la idea de ser como aquel sacerdote e ir difundiendo el bien. Así que con nueve años le dijo a su madre que él también quería ser cura. Su madre dejó pasar un tiempo; al cabo de los días, le preguntó si seguía con esa idea y, como le dijo que sí, pusieron manos a la obra. No les cuento cómo se arregló la cosa económica porque no tengo espacio. Sí se deduce, del relato, que la madre no hizo ascos a la posibilidad de irse de portera de una casa de Madrid; aunque se resolvió por la vía de una beca.
      Y se ordenó sacerdote, etcétera.
      ¿Es esa la continuación que pudo tener la historia de la película de Benigni? Hombre, por poder... Es probable que no; la vida es un carnaval de posibilidades y aquel niño italiano, vaya usted a saber por dónde salió. Pero es que la historia de don Julián —que he contado hacia atrás— no empieza ahí y, por tanto, tampoco acaba en eso. Al padre de don Julián lo mataron también en Paracuellos del Jarama. En su caso, aquel anarquista salvador —alias “El Ángel Rojo”, lo llamaban— no llegó a tiempo. Y, sin embargo, lo que ocurrió fue una buena continuación de la película de Benigni. Déjenme un poco de respiro y se lo cuento.
      De momento debo añadir que, no hace mucho, en un Boletín diocesano de aquellos mismos días, noviembre de 1936, encontré un escrito que dirigió el obispo Olaechea, a todos sus curas para agradecerles por lo mucho que hacían para ayudar a las familias de las víctimas de la represión (como hacían también con las de quienes morían en el frente). Y les recordaba, de paso, que el código de derecho canónico —el que entonces estaba en vigor, que era el de 1917— prohibía a los sacerdotes intervenir como testigos en los juicios a no ser que fuese un caso de verdadera necesidad. Y añadía que estaba seguro de que eran conscientes de que, en aquellos días, esa necesidad no se daba bajo ningún concepto. Era una manera, digamos, constructiva de recordarles que no se les pasara por la cabeza acusar a nadie de ser contrario a los católicos o de pensar políticamente contra la situación que había vencido. Aparte, él mismo —el obispo— se subió a un púlpito y mandó —a gritos— perdonar a diestro y siniestro. El de Quero, además, iba de casa en casa y familia a familia.

Con información de Valvanera Andrés Urtasun

sábado, 30 de julio de 2011

Una Tuna recibirá al Papa en la JMJ Madrid 2011 al son de guitarras y bandurrias

       Este grupo de estudiantes y músicos se llaman “tunos”. Siguen una antigua tradición musical española ligada a la Universidad que se ha mantenido con el paso de los siglos llamada “la tuna”. Por eso 100 de ellos recibirán al Papa durante la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid.


Francisco Álamo
Tuna Agrícolas Sevilla (España)

"Vamos a ir a cantarle al Papa un grupo de 100 tunos de distintas universidades españolas. Vamos a recogerle en el aeropuerto, le cantaremos allí. Luego, en Madrid vamos a volver a cantarle y el domingo también lo iremos a despedir. De hecho se ha compuesto una canción, hemos compuesto, una canción especial, para cantársela al Papa con motivo de su visita a España”.

Irán vestidos con capas, jubones, calzas y bombachos y con la beca la Facultad universitaria a la que pertenecen. Entonarán con sus guitarras, bandolinas y panderetas canciones como ésta.“El traje no es más que la típica forma de vestir que llevaban los estudiantes de esa época . En España por ejemplo la beca verde y blanca es por la nuestra que es la tuna de “Agrícolas” de Sevilla y esto es lo que va cambiando de tuna a tuna: puede ser rojo amarillo azul..”.

De carácter alegre y pícaro, las tunas surgieron en España en la Edad Media y, por su afán viajero, se acabaron extendiendo con los siglos a distintas partes de Europa e Hispanoamérica.ROMEREPORTS



viernes, 29 de julio de 2011

PARA CONFESARTE

   Cientos de confesonarios se instalarán en el Parque del Retiro madrileño para facilitar las confesiones de los jóvenes que asistan  a la JMJ. Esta anécdota puede animar a muchos a acudir a la confesión.

 -No estoy preparado.
-Lo sé.
-¿Entonces?
-Entonces prepárate, y después te confesaré.
Don Bosco tenía confianza de sobra para actuar así y sabía que no violentaba la voluntad de su amigo.
El chaval exclamó:
-Bien, muy bien; lo necesitaba, me hacía falta; ha hecho bien en cogerme así; de lo contrario, aún no habría venido a confesarme por miedo a los compañeros.
A partir de ese día fue uno de los más asiduos penitentes de Don Bosco y solía contar a sus amigos la estratagema que el buen sacerdote había empleado para "cazarle".

J. EUGUI

jueves, 28 de julio de 2011

Niño por nacer "envía una carta" al Presidente electo de Perú

Niño por nacer "envía carta" a Presidente electo del 
Perú
"Tú, como presidente de Perú, sé nuestra voz y defensa. Bien sabes que el derecho a la vida es el derecho humano fundamental sin el cual los demás no existirían"

      El presidente electo del Perú, Ollanta Humala, recibió el pedido de un niño por nacer para que el 28 de julio, cuando asuma el cargo, jure también por la vida de los no nacidos y no ceda a las presiones de los que quieren despenalizar el crimen del aborto en el país.

      El pedido llegó a través de una carta escrita por el Arzobispo de Piura (Perú), Mons. José Antonio Eguren, en el diario El Comercio, el 2 de julio, confiando en que Humala y todos los peruanos «la leeremos con seriedad y la acogeremos para bien de nuestra patria»

      A continuación el texto completo de la carta:
Querido Ollanta:
      Soy un niño por nacer, es decir el más pequeño y frágil integrante de la familia peruana. Yo todavía no voto, pero desde el instante en que fui concebido en el seno de mi madre, soy tan peruano como aquel compatriota que sí lo ha hecho.
      Por ello, quiero felicitarte por tu elección como nuevo presidente de nuestro país. Me ha alegrado mucho saber que junto con tu esposa Nadine has formado una bella familia con tres hijos con nombres quechuas y aimara: Illary (amanecer), Nayra (luz en tus ojos) y Samín (el que trae paz).
      Yo también espero con ilusión el día de mi nacimiento para, como ellos, ver el amanecer y la luz de cada día y traer paz y felicidad a mi hogar y a los demás.
      Sé que tienes una gran sensibilidad social y un gran amor por los pobres. Que quieres trabajar por la justicia, los derechos humanos y la inclusión social. Te pido en mi nombre, y en el de todos los niños por nacer del Perú, que no nos olvides.
      De entre todos los pobres, nosotros somos los más pobres, porque ni siquiera voz tenemos para defendernos. Tú, como presidente del Perú, sé nuestra voz y defensa. Bien sabes que el derecho a la vida es el derecho humano fundamental sin el cual los demás no existirían.
      Algunos, con el deseo de convencerte para que el crimen del aborto se apruebe en el Perú, te van a decir que solo soy una parte del cuerpo de mi mamá y que no soy independiente; otros, que mi crecimiento no es ordenado y que soy tan solo un cúmulo amorfo de células que se pueden eliminar; otros te dirán que recién comienzo a existir cuando llego al útero de mi madre o cuando comienza a aparecer mi sistema nervioso.
      No sé si por ignorancia o con mala intención se olvidan de lo que hoy afirma unánimemente la ciencia: que desde que fui concebido, es decir desde que fui una célula, ya era un ser humano, tenía una relación con el organismo de mi mamá y, por tanto, el derecho inviolable a vivir.
      Otros te van a decir que no debo nacer, porque vengo con malformaciones (¿solo los lindos y sanos tienen el derecho a nacer y a vivir?); o porque soy producto de una violación (y yo, ¿qué culpa tengo?); o porque pongo en riesgo la vida de mi mamá, cuando ya no hay circunstancias en las cuales se deba optar entre la vida de la madre o la del hijo.
      Por favor, no les creas. Toda vida humana en cualquier fase o condición es digna de ser amada en sí misma, es siempre un bien. El aborto es la más grande de todas las injusticias y el mayor destructor de la paz.
      Me ha dado mucha esperanza saber que durante tu campaña salías frecuentemente en la propaganda electoral con tu esposa, tus hijas e hijo. Hubo incluso un spot que me hizo saltar tanto de alegría que le di una patadita fuerte a mi mamá. Sí, era ese de la mujer embarazada que terminaba diciendo: «Yo soy Ángela y marco la O. Viva el Perú, viva mi hijo y vivan todos los hijos que van a nacer».
      Cuando este 28 de julio jures como presidente de todos los peruanos, jura también por nosotros, los niños por nacer. El capital más importante de una nación es su gente. Así, verdaderamente se hará realidad tu hermoso lema: "Gana Perú".
      Con cariño,

          Un niño peruano por nacer

ACI / Almudí

miércoles, 27 de julio de 2011

Sabor a avaricia

   Lo cuenta Amin Maalouf en su conocida novela León el africano. Entre Fez y Mequinez hay una aldea que llaman La Vergüenza. ¿Por qué ese nombre tan poco honroso? Los habitantes han sido siempre muy avaros, hasta el punto de que las caravanas de mercaderes procuran pasar de largo.

   Una vez el rey de Fez pasó por allí, cuando andaba a la caza de leones, y lo invitaron con toda su corte. En su honor mataron algunos corderos. Además querían dar prueba de generosidad y decidieron poner ante su puerta un odre lleno de leche para el desayuno real. Los habitantes tenían que ordeñar sus cabras y aportar una porción de leche para el famoso odre, pero cada campesino pensó que si rebajaba su aportación a base de una buena dosis de agua, tampoco se iba a notar mucho. Al día siguiente, el rey y su séquito tomaron un líquido transparente que no sabía más que a... avaricia.


J. EUGUI

martes, 26 de julio de 2011

ODIO A LA CRUZ

   Conocí a un hombre como tú; él también odiaba al crucifijo; lo eliminó de su casa, del cuello de su mujer, hasta de los cuadros; decía que era feo, símbolo de barbarie, contrario al gozo y a la vida. Pero su furia llegó a más todavía: un día trepó al campanario de una iglesia, arrancó la cruz y la arrojó desde lo alto.

   "Este odio acabó transformándose primero en delirio y después en locura furiosa. Una tarde de verano se detuvo, fumando su pipa, ante una larguísima empalizada; no brillaba ninguna luz, no se movía ni una hoja, pero creyó ver la larga empalizada transformada en un ejército de cruces, unidas entre sí colina arriba y valle abajo. Entonces, blandiendo el bastón, arremetió contra la empalizada, como contra un batallón enemigo."

   A lo largo de todo el camino fue destrozando y arrancando los palos que encontraba a su paso.

   Odiaba la cruz, y cada palo era para él una cruz. Al llegar a casa seguía viendo cruces por todas partes, pateó los muebles, les prendió fuego, y a la mañana siguiente lo encontraron cadáver en el río".

   Entonces el profesor Lucifer, mordiéndose los labios, mira al anciano monje y le dice: "Esta historia te la has inventado tú". "Sí, responde Miguel, acabo de inventarla; pero expresa muy bien lo que estáis haciendo tú y tus amigos incrédulos. Comenzáis por despedazar la cruz y termináis por destruir el mundo".  
 
K. Chesterton, La esfera y la cruz

lunes, 25 de julio de 2011

¡TENGO HAMBRE!

   Decía Fray Luis de León que la gula puede hacer creer al hombre que tiene hambre como para comerse la mesa y los manteles. 

  Y citaba algo muy expresivo de San Juan Clímaco: que la gula es «la hipocresía del vientre», porque al principio de la comida finge que tiene más hambre de la que de hecho tiene, y así le parece que todo lo va a tragar, pero luego...
 
J. Eugui

domingo, 24 de julio de 2011

Olvidó a Dios, se divorció, perdió a sus hijos, bordeó el suicidio... pero Dios volvió a buscarla

Kathleen Laplante
   Aquí tenéis el testimonio de Kathleen Laplante. Es muy gratificante comprobar, una vez más que -cuando todo falla- Dios sigue ahí. No nos abandona nunca.

"Lo recuerdo con claridad. Mi marido y yo decidimos dejar la Iglesia": así empezó la cuesta abajo de Kathleen Laplante, que formaba junto a su esposo un matrimonio joven, católico, que poco a poco se había dejado imbuir de las ideas ambientes, y había pasado a defenderlas con acritud.

De hecho, su primera iniciativa tras tomar esa decisión fue convocar a los padres de él, católicos también, para escandalizarles. Acababan de tener su primer hijo, y con él en los brazos Kathleen formuló ante su suegra una agresiva defensa del aborto, sorprendente en una madre primeriza que abraza a su recién nacido: "¿Quiénes se creen en la Iglesia católica que son para decirme que no puedo abortar si quiero hacerlo?".

Primero protestantes, luego... nada
"El demonio había ganado", afirma ahora Kathleen: "¿Cómo si no podía sostener, con el fruto de mi barriga en las manos, que habría podido abortarlo si hubiese querido? Estábamos esclavizados a los mensajes insidiosos de un mundo secularizado, y defendíamos que las mujeres debían poder ser sacerdotes y las parejas homosexuales adoptar hijos, que la confesión era innecesaria y que ver al Papa como un rey era algo arcaico y ridículo: ¿quién era él para decirnos que no podíamos practicar el sexo antes del matrimonio o practicar el control de natalidad?".

Kathleen y su marido se pasaron a una comunidad protestante donde todo esto no suponía un problema. Pero sólo durante un tiempo, pasado el cual dejaron también de frecuentarla.

Pasaron los años, y tuvieron un segundo hijo. Y ese fue el principio del fin del matrimonio. "De forma inesperada, me rebelé contra la contracepción. Sabía que algo no estaba bien. Quizá mis embarazos y nacimientos habían despertado la madre que hay en mí. Mi marido quería hacerse la vasectomía, pero yo no estaba de acuerdo. Y yo tampoco quería volver a la píldora".

La depresión, el divorcio, los hijos...
Su relación comenzó a ahogarles, y la depresión postparto que estaba experimentando se convirtió en una depresión fuerte: "Con una enfermedad grave siendo aún joven, con un desacuerdo absoluto sobre nuestra vida sexual, y sin una fe común a la que acudir, nuestro matrimonio de nueve años acabó en divorcio".

Kathleen se sentía resentida por considerarse una madre sin energía emocional para serlo, y la enfermedad le impedía atender a los hijos adecuadamente. Así que ambos decidieron de mutuo acuerdo que los niños vivirían con su padre, y ella perdió la custodia.

Aunque ella lo había aceptado, esto incrementó su depresión: "¿Cómo yo, la madre, había dejado escapar a mis hijos?". Entonces empezó a pensar que no valía la pena vivir.

"Rumié muchas veces la idea del suicidio, hice varios planes e incluso lo intenté una vez. Pero fue entonces cuando cogí la mano que Dios me tendió, y a partir de entonces derramó sus gracias sobre mí", cuenta Kathleen.

Fue, paradójicamente, por la propuesta de un amigo suyo, no católico, quien al ver lo destrozada que había quedado tras su divorcio, le propuso acudir a la hospedería de una abadía a descansar y pensar: "Yo no sabía lo que era una abadía, pero sí sabía que ésa tenía buenos precios y estaba en un lugar sereno".

Resurrección en el monasterio
"Y estando allí, las semillas sembradas durante mi educación católica, tan pequeñas pero ¡oh, Dios mío! tan preciosas, salieron del letargo. Comenzaron a dar fruto cuando me encontré en terreno católico. Y de repente sentí la necesidad de examinar la posibilidad de anular mi matrimonio. Por primera vez comprendí que mi parte en el matrimonio no había sido recta a los ojos de Dios", explica. Y esa sorprendente percha fue el origen de su curación espiritual y física.

Para consultar sobre la anulación habló con uno de los monjes de la abadía, y a partir de ahí hablaron de muchas otras cosas. Comenzó una catequesis en profundidad que le hizo ver lo equivocada que estaba sobre todas esas ideas que, en el inicio de esta historia, había mostrado con desparpajo ante sus suegros. "Con el tiempo experimenté una gran liberación de la culpa, la vergüenza y la confusión: había vuelto al hogar", concluye.

Ahora hace quince años, un 7 de octubre, festividad del Santo Rosario, Kathleen fue recibida de nuevo en el seno de la Iglesia. "Fue el inicio de mi conversión", evoca ahora, "pero no el final". Y, lo que era más importante para ella, volvió a ser una madre para sus hijos.

Y tiene algo muy claro: "Cristo sustituyó mi desesperación. Mi vida, que pensaba que era literalmente el infierno, es ahora un anticipo del cielo. Gracias a Dios, que me trajo de regreso a casa".


RELIGIÓN EN LIBERTAD

sábado, 23 de julio de 2011

La Doctora Muela Rota

La Doctora Muela Rota va de habitación en habitación con un pequeño bolso repleto de globos, con los que pergeña figuras para sus pacientes, varitas mágicas llenas de luz y ruido
 
      Hace unos días tuve la fortuna de conocer a la Doctora Muela Rota ("allí donde está, se nota") y acompañarla durante un rato en su trabajo en el Vall d'Hebron. Allí, la Doctora Muela Rota pasa visita cada martes por la tarde a los niños hospitalizados. 

      Su instrumental de trabajo no es el habitual en un centro sanitario: la correspondiente bata blanca, llena de bordados y pegatinas, el pelo recogido con un par de coletas con lazos y pinzas de colores, la nariz roja y los mofletes colorados. 

      La Doctora Muela Rota va de habitación en habitación con un pequeño bolso repleto de globos, con los que pergeña figuras para sus pacientes, varitas mágicas llenas de luz y ruido, y un pollo flacucho y descolorido que dice que es su novio. 

      Tampoco es habitual su preparación. Laura es una artista profesional, de acento argentino y con gran desparpajo, que dedica parte de su tiempo a trabajar como uno de los Doctores Sonrisa de la Fundación Theodora y hacer pasar un rato agradable a los pequeños. 

      Aunque no son sólo los niños los que se benefician del trabajo de Laura. "Allí donde está, se nota". Se nota en el personal sanitario, con quien gasta continuas bromas, y en los padres, que tienen un momento de alivio cuando ven que su hija cambia el llanto por una sonrisa cuando la Doctora se pone a bailar al ritmo de "loca, loca, loca"

      Cuando Laura deja la nariz roja en el cajón hasta la próxima semana, se pone a pensar en cómo mejorar su formación para afinar en el papel más importante —y seguramente más agradecido— que haya representado en su carrera profesional. Y los responsables de Fundación Theodora, en seguir consiguiendo fondos, siempre escasos. ¡Cuánta gente buena hay por el mundo!

Joan Fontrodona es profesor de Ética Empresarial del IESE, Universidad de Navarra.

Almudí

viernes, 22 de julio de 2011

Estuvo diez años en Siberia, le dijo misa hasta a sus guardianes y hoy el Papa llora su muerte

Kazimir Swiatek
Benedicto XVI expresó su pesar por el fallecimiento este jueves, a los 96 años de edad, del cardenal Kazimir Swiatek, arzobispo emérito de Minsk-Mohilev (Bielorrusia), quien sobrevivió a la prisión y a diez años de trabajos forzosos en un campo de concentración en Rusia.

El Santo Padre señala en el telegrama enviada al obispo de Grodno y presidente de la conferencia episcopal bielorrusa, Aleksander Kaszkiewicz, que recuerda "el testimonio valeroso de Cristo y su Iglesia en tiempos particularmente difíciles así como el entusiasmo prodigado para colaborar en el camino de renacimiento espiritual del país".

Misa en Siberia
El cardenal Swiatek, que era también administrador apostólico en ejercicio de la diócesis de Pinsk, nació el 21 de octubre de 1914 en Walga, en el territorio de la administración apostólica de Estonia. Fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1939.

El diario vaticano L’Osservatore Romano recuerda lo que el cardenal escribió hace algunos años: "Puedo decir que solo por unos meses tuve una vida sacerdotal normal, de esa sobre la que se escribe en los manuales de teología pastoral". Fue arrestado en 1941 y enviado a la cárcel de Brest por el supuesto delito de espionaje, en donde después de varios interrogatorios por parte de la autoridad comunista que perseguía a la Iglesia, "la condena a la pena capital parecía inevitable".

Pudo escapar en medio de la confusión creada por la invasión alemana, pero fue nuevamente arrestado el 18 de diciembre de 1944. Estuvo en la prisión de Minsk hasta 1945. Luego fue condenado a diez años de trabajos forzosos en los gulags de Siberia; primero en Mariinsk hasta 1947 y luego siete años en Vorkuta e Inta, en el círculo polar ártico.

Uno de sus recuerdos más emotivos fue la misa de Navidad que celebró a escondidas con diez católicos, librándose de ser castigado porque, cuando unos guardianes descubrieron el hecho, les invitó amablemente a participar de la Eucaristía... y aceptaron.

Testigo de la fe
Luego de ser liberado en 1954, volvió a la diócesis de Pinsk. Tras años de esforzado trabajo pastoral por la reconstrucción y el crecimiento de la Iglesia en Bielorrusia, el Papa Juan Pablo II lo creó cardenal en el consistorio de noviembre de 1994 y diez años después, en 2004, le confirió el premio Fides testis [testigo de la fe].

Recientemente el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, visitó Bielorrusia y al regresar no escatimó elogios al cardenal Sviontek: "Este gran anciano, que ha sufrido tanto en su vida, sigue trabajando con una fuerza extraordinaria, sigue trabajando apostólicamente, con un proyecto pastoral, con un esfuerzo verdaderamente admirable".

jueves, 21 de julio de 2011

Un relato sobre timidez y simplicidad

   Christine se asombra de lo fácil que le resulta de pronto la conversación. Algo se estremece bajo su piel. ¿Quién soy yo de hecho, que me está pasando? ¿Por qué puedo hacer de pronto todo esto? ¿Con qué soltura me muevo, y eso que siempre me decían que era rígida y patosa? Y con qué soltura hablo, y supongo que no digo ninguna ingenuidad, porque este caballero tan importante me escucha con benevolencia.

   ¿Me habrá cambiado el vestido, el mundo, o lo llevaba todo dentro y sólo carecía de valor, sólo estaba siempre demasiado atemorizada? Mi madre me lo decía. A lo mejor no es todo tan difícil, a lo mejor la vida es infinitamente más ligera de lo que creía, sólo hay que tener arrojo, sentirse y percibirse a sí misma, y la fuerza acude entonces de cielos insospechados. (Stefan Zweig, "La embriaguez de la metamorfosis")
Anecdonet: AQUÍ

   Al leer este fragmento de Zweig recordaba las palabras de San Josemaría, que nos pueden animar a todos a seguir adelante:  

 He leído un proverbio muy popular en algunos países: "el mundo es de Dios, pero Dios lo alquila a los valientes", y me ha hecho reflexionar.
–¿A qué esperas? (Surco 99)
 No lo olvidemos: en el cumplimiento de la Voluntad divina, las dificultades se pasan por encima..., o por debajo..., o de largo. Pero..., ¡se pasan! (Surco 106)

 
  

miércoles, 20 de julio de 2011

La dama que devolvió la sonrisa a los moribundos

Cicely Saunders
   Cicely Saunders, fundadora del movimiento Hospice, humanizó el rostro de la muerte y aplicó con su vida y su trabajo un bálsamo sobre una de las grandes heridas del género humano.

   Su logro fue empezar en 1967 el moderno movimiento Hospice. Ahora hay cientos de "hospices" para moribundos en Gran Bretaña y en más de 95 países. Sin su trabajo, el movimiento pro eutanasia sin duda hubiera sido mucho más convincente y la eutanasia legalizada se hubiera extendido mucho más. Dame Cicely (en 1980 recibió el título de Dama del Imperio Británico) demostró que era posible morir en paz y sin grandes dolores. Debido en parte a su influencia, los cuidados paliativos han llegado a ser reconocidos como una especialidad médica.

   Dame Cecily sabía que cuidar a los moribundos no se reduce a tratar el dolor. Por eso desarrolló la teoría del "dolor total", que incluye elementos sociales, emocionales y espirituales. "La experiencia total del paciente comprende ansiedad, depresión y miedo; la preocupación por la pena que afligirá a su familia; y a menudo la necesidad de encontrar un sentido a la situación, una realidad más profunda en la que confiar".

martes, 19 de julio de 2011

¡¡Estás invitado!!

   ¿Todavía no te has decidido a venir a la Jornada Mundial de la Juventud? No te lo pienses más, Eduardo Verastegui te invita a venirte para Madrid ¿Te lo vas a perder?

Powers of 10

¿Cómo se ve de diferente al Universo en escalas pequeñas, medias y grandes?
  
   El corto de ciencia más famoso de su generación nos da unas comparaciones muy ilustrativas.
Esta película, Potencias de Diez , originalmente creada en los años 60, ha sido oficialmente subida a Youtube y publicada en Observatorio.

   Desde una manta de picnic cerca de Chicago hasta pasar el Cúmulo de Galaxias de Virgo, cada 10 segundos de la película se nos muestra un cuadrado mayor en potencia de diez.

   Al final el video da la vuelta, y vuelve a reducir el factor de diez esta vez cada dos segundos, terminando en un protón. Potencias de Diez se basa en el libro Cosmic View de Kees Boeke en 1957, como una animación similar pero más avanzada de la película Cosmic Zoom que también se creó a finales de los 60..

   Las perspectivas son tan fascinantes y educativas que algunas secciones se han recreado usando modernas técnicas de ordenador, incluyendo los primeros minutos de la película Contact, y en un video digital corto llamado El Universo Conocido creado el pasado año por el Museo Americano de Historia Nacional.
Ray y Charles , los creadores de esta película, se conocían como unos visionarios e incluso inventaron su propia silla popular.
  
   Después de visionarla os invito a pensar: ¿Es posible admitir que el puro azar ha dado origen a todo lo que vemos, incluido nosotros? Completará vuestras reflexiones leer un buen artículo: AQUÍ

lunes, 18 de julio de 2011

Cándido Urbano, 96 años al pie del cañón

Opus Dei - Despues de haberse jubilado hace 30 años, Cándido ha protagonizado una campaña de publicidad del banco donde trabajó
Despues de haberse jubilado hace 30 años, Cándido ha protagonizado una campaña de publicidad del banco donde trabajó

Se jubiló hace más de treinta años. El director de la entidad financiera donde trabajó le ha llamado para realizar una campaña publicitaria. En 1971 fue director de una oficina y pionero en el lanzamiento de la primera tarjeta bancaria.

Cándido, con sus 96 años, tiene una memoria prodigiosa; se sabe los nombres con sus dos apellidos y recuerda las fechas con precisión: “hice las oposiciones para entrar en el banco el 12 octubre del año 1939 y comencé a trabajar el 10 de enero del 1940. Comencé mi labor en la secretaría, que entonces era la sección más importante del banco. Pasé por diferentes puestos hasta que me jubilé 40 años más tarde, en marzo de 1980”.

Enseña con orgullo la camiseta del Athletic, que le han regalado con su nombre detrás y el numero 96, como corresponde a su edad: por algo es el socio número 22.

Conoció el Opus Dei a través de un compañero, aunque antes ya había oído hablar de él. “He procurado ser siempre un buen católico. Hace muchos años fui presidente de Acción Católica. Había allí un sacerdote exquisito que nos dedicaba mucho tiempo; nos formaba y charlábamos con confianza con él. De vez en cuando nos hablaba del Opus Dei. Era la primera vez que escuché algo del espíritu de la Obra. Pasados los años conocí a Emilio, que ya era supernumerario. Los dos teníamos una hija y solíamos llevarles al colegio después de comer. Eran largos paseos de ida y vuelta que aprovechaba para explicarme la espiritualidad que él vivía y que con el paso del tiempo me fue atrayendo. Tuvo mucha paciencia conmigo y en el año 1963 me incorporé al Opus Dei”.

Cuando se le pregunta cuál ha sido la influencia del Opus Dei en su vida, enseguida habla de su trabajo: “cuando yo entré en el banco quería ser algo y tenía dos metas: ser un buen profesional y atender bien a los clientes. Yo siempre he visto a los clientes como personas que son como tú, que tienen el mismo origen y el mismo fin. No quería la profesión para mí, sino que el desarrollo de mi trabajo trascendiera a esas personas con las que me iba a encontrar todos los días. Cuando conocí el Opus Dei, descubrí que el trabajo no sólo no era un obstáculo, sino que se convertía en mi medio de santificación. Procuraba adelantarme a las necesidades de los clientes y les aconsejaba lo mejor que podía. Se generaba una relación de confianza. Cándido ¿qué harías tú en esta situación?, me preguntaban con frecuencia en mi despacho: había menos cultura que ahora y el trato personal era clave”.

Dice que en su vida familiar no ha tenido grandes problemas: “en alguna ocasión me di cuenta de que metía muchas horas en el trabajo y que tenía que cortar para dedicarlo a la familia. Esto parece un problema actual, pero viene de lejos. Yo siempre lo he tenido claro: sabía que la familia era lo primero y peleaba lo mío para que no me comiera el trabajo”.

La jubilación no le produjo mucho trauma, porque quiso seguir activo. “Yo he sido muy amigo de mis clientes y al jubilarme me venían muchos para que les administrara sus bienes”.

A los que se jubilan lo primero que les aconseja es que se organicen su vida. “La jubilación no es la anulación de toda actividad sino un cambio de actividad. Es un poco como las vacaciones; como estoy jubilado no hago nada... pues no. Porque la vida hay que vivirla siempre. Si yo digo que en vez de dormir seis horas voy a dormir doce, pues ya empezamos mal”.

Cuando se le pregunta por su mejor iniciativa siempre contesta que la del Banco de la Mujer. La puso en marcha el año 1974. "En aquellas fechas la situación de la mujer no era como hoy en día y nos dimos cuenta de que teníamos que asesorar a las mujeres para administrar mejor sus bienes, utilizar los poderes al hacer testamento, gestionar sus pensiones, etc.”. Fue su mayor éxito.

domingo, 17 de julio de 2011

Un devocionario móvil para teléfonos y tabletas

Opus Dei - Portada del devocionario móvil (epub)
Portada del devocionario móvil (epub)


   El devocionario móvil contiene una breve selección de oraciones y devociones cristianas, y  algunas fórmulas doctrinales del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica.

  Se compone de diez apartados: "Oraciones comunes", "Santísima Trinidad", "Adoración eucarística", "Espíritu Santo", "Santísima Virgen María", "Preparación de la Santa Misa", "Acción de gracias después de la Santa Misa", "Oración por los difuntos", "Otras devociones", y "Algunas fórmulas de doctrina católica"

  El diseño y la recopilación han sido realizados por la Oficina de información del Opus Dei en España.

  La navegación es intuitiva: mediante un sistema de botones se accede a las diferentes secciones y se puede volver al índice. En la última página del "Devocionario móvil" hay también un botón para compartirlo por email con otras personas.  

  En el enlace que recojo a continuación están los enlaces para descargar el devocionario y para descargas la aplicación gratuita de APPLE para tu móvil. DESCARGAS AQUÍ:

OPUSDEI.ORG

sábado, 16 de julio de 2011

NO SE PUEDE AVASALLAR

Cambises
   Al poderoso puede asaltarle la tentación de avasallar al débil, aprovechando la situación de superioridad, y sin miramiento ni respeto hacia la dignidad de la persona. Afortunadamente los regímenes democraticos establecidos en la mayoría de los países civilizados facilitan los medios a los ciudadanos para impedir el totalitarismo de sus gobernantes. Esta historia de la antigüedad ilustra hasta donde llega la vanidad y la tiranía de algunos gobernantes. Se refiere a Cambises.

   Gustaba a Cambises de Persia, hijo del gran Ciro, preguntar a su favorito Presaspes qué pensaban de él sus súbditos. El interrogado olvidó lo poco que suele agradar a los poderosos que se les diga la verdad, aunque aparenten desearlo, y no tuvo inconveniente en declararle:
-Te censuran que te entregas demasiado al vino.

Cambises respondió:
-¿Presumen que por eso pierdo la razón? Tú mismo vas a juzgar que no es así.
Se bebió varias copas y mandó traer al hijo del favorito, colocándolo en un extremo de la sala. Tomó un arco y una flecha, apuntó al corazón del muchacho y disparó. El infeliz cayó en tierra atravesado. Le abrieron el pecho y se comprobó que la flecha estaba clavada en el mismo corazón. Entonces preguntó con aire de triunfo:
-¿Qué, me ha temblado el pulso?

El pobre cortesano no tuvo más remedio que responder, adulador:
 -Ni el mismo Apolo habría tenido ojo más certero.

 Cfr. V. Vega, Diccionario ilustrado de frases célebres

viernes, 15 de julio de 2011

IN HOC SIGNO VINCES

   In hoc signo vinces es una traducción en latín de la frase griega "ἐν τούτῳ νίκα", en toutōi nika, que significa "con esto como estandarte vencerás".

  Los historiadores cuentan que, Constantino I adoptó esta frase griega ", εν τούτῳ νίκα", como lema después de su visión de un Crismón en el cielo justo antes de la batalla de Puente Milvio contra Majencio el 12 de Octubre del año 312. El símbolo del cristianismo primitivo consistía en un monograma compuesto por las letras griegas chi (X) y rho (P), los dos primeros en el nombre de Cristo (en griego: Χριστός). En épocas posteriores el crismón "IHS", representaba las tres primeras letras de "Jesús" en griego latinizado (Ίησους, latinizado IHSOVS) y el "In hoc signo" de la leyenda.

    El historiador Eusebio de Cesarea dice que Constantino fue marchando con su ejército (Eusebio no especifica la ubicación real del evento, pero claramente no lo es en el campamento de Roma), cuando levantó la vista al sol y vio una cruz de luz por encima de ella , y con él las palabras griegas "εν τούτῳ νίκα" ("por esto, la victoria!", a menudo dictadas en latín In hoc signo vinces). Al principio, Constantino no conocía el significado de la aparición, pero en la noche siguiente, tuvo un sueño en el que Cristo le explicó que debía usar el signo al enfrentarse con sus enemigos. Eusebio sigue a continuación, para describir el lábaro, el estándar militar utilizado por Constantino en sus guerras contra Licinio tarde, mostrando el signo de Crismón.
     Tras esta victoria, además se proclamó Máximo Augusto y autorizó el culto cristiano a través del Edicto de Milán en el año 313, bautizándose poco antes de morir.
 WIKIPEDIA

jueves, 14 de julio de 2011

EL ROSARIO MÁS PODEROSO QUE LA BOMBA ATÓMICA

bomba atómica de Hiroshima
   Durante la Segunda Guerra Mundial dos ciudades japonesas fueron destruidas por bombas atómicas: Hiroshima y Nagasaki. En Nagasaki, como resultado de la explosión, todas las casas en un radio de aprox. 2.5 Km del epicentro fueron destruidas. Quienes estaban dentro quedaron enterrados en las ruinas. Los que estaban fuera fueron quemados. 

   En medio de aquella tragedia, una pequeña comunidad de Padres Jesuitas vivía junto a la iglesia parroquial, a solamente ocho cuadras (aprox. 1Km) del epicentro del epicentro de la bomba. Eran misioneros alemanes sirviendo al pueblo japonés. Como los alemanes eran aliados de los japoneses, les habían permitido quedarse. 

   La iglesia junto a la casa de los jesuitas quedó destruida, pero su residencia quedó en pié y los miembros de la pequeña comunidad jesuita sobrevivieron. No tuvieron efectos posteriores por la radiación, ni pérdida del oido, ni ningúna otra enfermedad o efecto. El Padre Hubert Schiffer fue uno de los jesuitas en Hiroshima. Tenía 30 años cuando explotó la bomba atómica en esa ciudad y vivió otros 33 años mas de buena salud. El narró sus experiencias en Hiroshima durante el Congreso Eucarístico que se llevó a cabo en Filadelfia (EU) en 1976. En ese entonces, los ocho miembros de la comunidad Jesuita estaban todavía vivos. El Padre Schiffer fue examinado e interrogado por más de 200 científicos que fueron incapaces de explicar como él y sus compañeros habían sobrevivido. El lo atribuyó a la protección de la Virgen María y dijo: "Yo estaba en medio de la explosión atómica... y estoy aquí todavía, vivo y a salvo. No fui derribado por su destrucción." 

   Además, el Padre Shiffer mantuvo que durante varios años, cientos de expertos e investigadores estudiaron las razones científicas del porqué la casa, tan cerca de la explosión atómica, no fue afectada. El explicó que en esa casa hubo una sola cosa diferente: "Rezábamos el rosario diariamente en esa casa". 

    En la otra ciudad devastada por la bomba atómica, Nagasaki, San Maximiliano Kolbe había establecido un convento franciscano que también quedó intacto, los hermanos protegidos gracias a la protección de la Virgen. Allí ellos también rezaban diariamente el santo rosario. 

Anecdonet: LEER AQUÍ

miércoles, 13 de julio de 2011

Historia de un nuevo sacerdote de Kazajistán

Historia de un nuevo sacerdote de Kazajistán

   Muy apreciadas deben ser las vocaciones sacerdotales a los ojos del Señor y de la Virgen, cuando vemos cómo se esfuerzan en cuidarlas

   Desde la República de Kazajistán nos llega el emocionante relato de la vocación sacerdotal de Vadim Bielakapitof, así como de la generosa entrega del P. Lorenz Gabold, quien mucho tuvo que ver en la decisión del nuevo sacerdote.

      Vadim Bielakapitof nació hace 30 años en un pequeño y recóndito pueblo del norte de Kazajistán. Su padre falleció cuando tenía 4 años. Junto con su madre y su hermanito, siguieron la vida normal hasta que, pasados ocho años, la madre vio un anuncio en un periódico: “Se reparten Biblias”. Dicho y hecho, la madre escribió a Moscú, desde donde una organización prometía el envío gratuito a quien lo pidiera.

lunes, 11 de julio de 2011

¿Por qué permite Dios las catástrofes naturales?

   Varios jóvenes reflexionan sobre las catástrofes naturales y sobre el sentido del sufrimiento. El vídeo tiene una opción CC para acceder a subtítulos en otros idiomas.



Vídeos JMJ Young Answers

domingo, 10 de julio de 2011

Mi padre nunca nos dejaba hablar de Dios en casa

   Candice Leung es una de las personas que han participado en el documental titulado: “Inspirados para amar. Diálogo con San Josemaría”.Os invito a ver su testimonio.

   A mamá le diagnosticaron un cáncer. Le dijeron a mamá: Hemos encontrado tumores en el hígado; las enzimas del hígado están muy altas y eso es una señal de problemas en el hígado; y estamos 90% seguros de que tienes cáncer.
    Las cosas iban muy, muy mal: por otras cosas en la familia y por este diagnóstico. Y papá era un ateo muy convencido. Nunca nos dejaba hablar de Dios en casa. Pero le dije a mi papá que comenzaríamos a rezar mucho a san Josemaría. 
   Y entonces, un día mi papá me dijo: Sabes, Candice, no sé qué sucede, pero siento como si alguien desde arriba estuviera pendiente de nosotros y estuviera cuidando de la familia. ¿Cuándo vas de nuevo a Misa? Yo le dije: Oye, papá, ¿estás seguro de que quieres venir con nosotros a Misa? Y él me dijo: Sí, quiero ir. Y desde ese domingo comenzó a ir a Misa todas las semanas porque encontraba paz. Y después de un año se bautizó y pudieron hacer las biopsias necesarias para comprobar que mi madre tenía cáncer, y al poco tiempo las enzimas empezaron a bajar y ahora ella está bien.



OPUSDEI.ORG


sábado, 9 de julio de 2011

LA RIQUEZA

Sócrates
   Salía  Sócrates una vez a visitar a un hombre muy rico, y un discípulo le preguntó: 
- Si visitas a los ricos, ¿es que te gusta su riqueza?

   Y Sócrates le contestó:
- Deduces como un niño que no ha llegado a la edad de la razón. Piensa que también los médicos visitan a los enfermos, y esto no significa que les guste la enfermedad.

   Sócrates vivió del 470 al 401 a. de C., y fue el filósofo más importante de su tiempo. No dejó nada escrito. Todo lo que se sabe de su filosofía se debe a los libros de Platón, su discípulo.

Clarasó, Antología de anécdotas

viernes, 8 de julio de 2011

MI PUESTO ESTÁ EN LA CUMBRE

   Caminaba un montañero hacia un refugio de alta montaña. El sendero subía más y más, y en ocasiones resultaba difícil dar un paso; el frío azotaba su cara, pero el lugar era impresionante por el gran silencio que allí reinaba y por la belleza del paisaje.

   El refugio, sencillo y tosco, resultó muy acogedor. Muy pronto observó que, sobre la chimenea, estaba escrito algo con lo que se identificó plenamente: «Mi puesto está en la cumbre». Allí está también nuestro sitio: en la cumbre, junto a Cristo, en un deseo continuo de aspirar a la plenitud de vida cristiana en el lugar donde estamos y a pesar de conocer bien el barro del que estamos hechos, las flaquezas y los retrocesos. Pero sabemos también que el Señor nos pide el esfuerzo pequeño y diario, la lucha sin tregua contra las pasiones que tienden a tirarnos para abajo, el no pactar con los defectos, con los errores. Lo que nos hará perseverar en este combate es el amor, el amor profundo a Cristo, a quien buscamos incesantemente.

Francisco F. Carvajal, Hablar con Dios

jueves, 7 de julio de 2011

Tú, ¿por qué quieres ir a la JMJ? – JMJ Young Answers

¿Por qué ir a la JMJ2011? Deja que otros jóvenes te lo expliquen y luego, entra en la web oficial y ....APÚNTATE.



La JMJ2011 bate el récord de inscritos: AQUÍ
Repasa también: Hay que subirse al tren: AQUÍ


miércoles, 6 de julio de 2011

SUSPENDIDO DE SUELDO Y NO DE EMPLEO

   En este vídeo, Jose Mota suspende a un trabajador de sueldo, pero no de empleo, y le obliga a ir a trabajar. La broma es cruel. A propósito del vídeo os exhorto a que mantengáis la honestidad en vuestros comportamientos. Pase lo que pase, hay que vivir la justicia y la caridad con los demás.

martes, 5 de julio de 2011

DESCRISTIANIZAR A CONCIENCIA


   La actitud antirreligiosa propia de la Revolución Francesa llega hasta extremos ridículos.
Suprimen el domingo, por ser día de contenido cristiano, y quieren acabar con todas las festividades religiosas que han marcado la vida del país hasta entonces durante siglos. El día de Todos los Santos se convierte en el día de la escorzonera (un tipo de hierba); Navidad, el día del perro; Epifanía, el del bacalao; la Candelaria, el del nogal; y para qué seguir...

   Al mismo tiempo surgen las fiestas revolucionarias con un talante que produce rubor. Después de celebrar la Fiesta de la Razón en Notre-Dame, vienen una serie de inauguraciones de templos de la Razón con sus correspondientes festividades. Hay hasta procesiones. En muchos lugares se organizan cortejos cívico-militares. La gente sale de la ciudad, con acompañamiento de la guardia nacional, que porta armas y tambores, luego viene el carro de la diosa arrastrado por chicos y chicas jóvenes. La procesión llega hasta el árbol de la Libertad, al que rodea tres veces, volviendo a continuación al punto de partida, que suele ser el local de la sociedad popular.

   Viene bien recordar páginas de la historia como ésta. Se trata de reaccionar ahora como los cristianos lo hicieron en esa época.

Cfr. J. de Viguerie, Cristianismo y revolución

lunes, 4 de julio de 2011

¡POR FAVOR: CUENTA LO QUE TE PASA!

            Se dejó el sombrero y la gabardina en su despacho y eso que esa noche nevaba y hacía un frío que pelaba. Entró en casa cegado por el pesimismo y roto por la desesperación. Su mujer, al advertir sus olvidos y ver su cara desencajada, se dio cuenta de que algo no iba bien. Era el día de Nochebuena y no era normal que su marido se comportara de ese modo en una fecha tan señalada sin una causa grave.



            Actuó como una buena madre que quiere lo mejor para sus hijos y por eso le dijo a George que le acompañara a la cocina. Allí, una vez solos, le preguntó qué pasaba, qué había ocurrido para comportarse de esta forma tan arisca delante de los niños. Pero su marido no estaba dispuesto a abrir su corazón y descargar su pena. La desesperación le atenazaba y quizás pretendía no cargar sobre su familia una responsabilidad que sólo a él le correspondía.


            Se enteró de boca de su mujer y en seguida subió a ver a la pequeña de la casa que había llegado con unas décimas de fiebre de la escuela. Sonó el teléfono. La maestra de Susu llamaba para ver cómo estaba la niña y él aprovechó para descalificarla y echarle la culpa del constipado de su hija. Su mujer no daba crédito a lo que estaba viendo y oyendo. Jamás en su vida se le pasó por la cabeza que su marido pudiera comportarse de ese modo tan violento y sin entrar en razón.
            También increpó a su hija mayor que ensayaba al piano un villancico para que parase de una vez. Y allí vio, en un rincón del salón, aquellas maquetas de sueños incumplidos y todas esas revistas de países lejanos a los que jamás había ido ni nunca jamás llegaría a visitar. Todo ocurrió en cuestión de un segundo. En aquellas ilusiones vitales descargó toda su ira para no dejar títere con cabeza. Se hizo un silencio sepulcral y, al momento, sus hijos se echaron a llorar mientras su mujer le reprochaba esa violencia que tanto había asustado a los niños y a ella misma.
            Tras la ira, fue consciente de la brutalidad de sus actos y les pidió perdón. Pero, por culpa de su terca mudez, no encontró el apoyo que necesitaba y desesperado salió de allí sin abrir su corazón, sin soltar esa pena que le iba a matar.
            Gracias a Dios aquí no acabó la historia, pues su mujer, sin tardar ni un segundo, cogió el teléfono para averiguar qué había pasado y para saber qué podía hacer para ayudar a su marido.
            Y lo consiguió, pues el amor lo puede todo si nunca falta la sinceridad y las ganas de salir adelante… por muy grandes que sean las penas y las dificultades
ANECDONET: Entrar AQUÍ

domingo, 3 de julio de 2011

CINCO ROSAS

   Ayer celebré el matrimonio de mi sobrino Jesús con Lorena, en la catedral Vieja de Salamanca. La ceremonia fue muy bonita y la celebración que tuvo lugar a continuación fue entrañable. Os reproduzco a continuación una anécdota que conté en la celebración. Al final tenéis un enlace a la homilía completa.
  
En un curso de orientación familiar para matrimonios experimentados. El orientador del programa trataba de aumentar la comunicación entre los cónyuges.

- Para el próximo viernes, dijo a las parejas asistentes, escribiréis en un papel la lista de los cinco defectos que pensáis que vuestro espos@ debe corregir con más urgencia...

Poco después de llegar a casa, el marido de una de las asistentes al cursillo salió a la calle y regresó con cinco rosas rojas. Las entregó a su mujer con un sobre. En el interior había una nota en la que se leía: “Te he querido siempre y te querré con tus virtudes y tus defectos, y te ayudaré con cariño a superarlos. No tengo que reprocharte nada. Sólo agradecerte tu amor sincero”. La mujer, emocionada le abrazó con ternura...

Llegó el viernes. La mujer había cuidado con esmero las rosas y las llevó a la nueva sesión orientadora. Cuando le llegó la hora de intervenir, explicó a los asistentes lo que había ocurrido en su casa.

Los presentes  cubrieron con una sonrisa disimulada su contrariedad. Aquella actitud positiva les había hecho quedar mal con sus cónyuges respectivos (que habían recibido anotaciones cargadas de desagradables correcciones)... la lección había sido muy elocuente para todos.

Especialmente para la mujer que tenía las cinco rosas rojas: había recibido un nuevo empujón animante para proseguir en su lucha diaria por superar sus defectos.

Leed la homilía de la boda: AQUÍ


Álbum de fotografías: AQUÍ

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