lunes, 8 de noviembre de 2021

Una noticia gravísima

En una iglesia, un sacerdote dijo en la homilía. Hermanos míos, dijo, tengo una gravísima noticia que daros. Se hizo un silencio sepulcral, mientras todos los rostros le seguían con atención.

-La noticia es ésta –siguió diciendo- : Un día habréis de morir y seréis juzgados por Dios.

Entre los asistentes hubo un suspiro general de alivio, risitas y miradas burlonas.

-Parecéis defraudados -continuó diciendo el sacerdote-. Creéis que me burlo de vosotros, y es todo lo contrario, sois vosotros quienes os reís de mí. Por el modo de conduciros, pensando únicamente en hacer dinero, en placeres o en cosas parecidas, se diría que pensáis vivir siempre.

Y esto mismo sucede con muchos de nosotros.

 F. H. Drinkwater

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