miércoles, 7 de septiembre de 2011

LA CARRETA VACÍA

   Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó: Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más? 

   Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: Estoy escuchando el ruido de una carreta. Eso es -dijo mi padre-. Es una carreta vacía.
 
   Pregunté a mi padre: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos? 

   Entonces mi padre respondió: Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por el ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.

   Me convertí en adulto, y ahora, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: 

   "Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace". La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Nadie está mas vacío que aquel que está lleno de sí mismo.

ANECDONET

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