jueves, 10 de enero de 2013

Una periodista ex-atea y socialista camino de los altares



La historia de Dorothy Day es la historia de una mujer apasionada por la búsqueda de la Verdad





      «Fue una gran escritora y periodista americana que no era católica, era atea y socialista muy involucrada con el movimiento obrero que en un cierto momento se convirtió al catolicismo y creó un gran movimiento católico cercano a los obreros, a los pobres, entorno a una revista que se llamaba 'Catholic Worker'», afirma Lucetta Scaraffia

      Tuvo una vida muy difícil e incluso llegó a abortar. Pero tras su conversión cambió totalmente de vida. Además de la revista, también fundó comedores y residencias donde los afectados por la gran crisis del 29 en América podían comer y dormir. También tomó parte activa para que el Concilio Vaticano II hiciera una condena explícita a la guerra.


      «Participó –continúa Scaraffia− con un grupo de mujeres de todos los países del mundo y de distintas religiones que hicieron un trabajo de presión, de 'lobby' presencial, para que el Concilio hiciera un llamamiento para la paz, una condena de la guerra, que hasta ese momento la Iglesia no había hecho nunca. Y ellas lo consiguieron»

      Una mujer de armas tomar que no dejó de luchar por lo que en cada momento de su vida consideraba como una causa justa, como cuenta en el suplemento femenino Donne, Chiesa e Mondo, del Osservatore Romano, el periódico del Vaticano. 

      «Hemos publicado una página de su diario en el que cuenta cómo fueron invitadas a una audiencia del Papa y que él se dirigió a ellas. De hecho fue la última audiencia de Juan XXIII, y tuvo lugar precisamente con las mujeres que pedían la paz. Ellas quedaron muy contentas», concluye Lucetta Scaraffia. 

      Dorothy Day murió en Nueva York en 1980, con 83 años. Precisamente es allí, en su ciudad natal, donde se ha abierto su proceso de canonización, del que se espera que haya buenas noticias dentro de poco. 

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