sábado, 23 de febrero de 2013

Mi línea no existe, la factura sí

   Sonriamos con esta entrada de Enrique Monasterio que nos recuerda tantas cosas....

―Le habla el servicio de atención al cliente de cutrefone. Le paso con un agente.
―Buenos días, le habla Dorita, en qué puedo servirle.
―Verá, señorita, quería información sobre la última factu…
―Perdone, caballero, ¿se refiere a la línea que está utilizando ahora?
―Sí, señori…
―¿Me diría su DNI, por favor?
―Catorce, seis siete….
―¿Es usted don Enrique…?
―En efecto. El problema es que mi factu…
―Su teléfono es el 677, etc., ¿sí?
―Sí, señori…
―Un momento, caballero, voy a verificar.
(música de ascensor)
―Don Enrique, perdone la espera. Sucede que su línea no existe.
―Tiene que existir, señorita. Estoy hablando con ella…
 
―Aquí “me aparece” que usted dio de baja la línea en agosto pasado.
―Entonces ¿cómo se explica que estemos charlando y que haya pagado 6 facturas desde entonces?
―No lo sé. ¿Usted es de cutrefone?
―Sí, señorita. Y del Atleti de Madrid.
―Pues no entiendo como…
―Yo tampoco. Pero si mi línea no existe, es una gran noticia, porque tampoco existirá la factura…
―Ah, eso no sé.
―Entonces, usted me aconseja que no pague, ¿verdad?
―Ay, no diga eso…
―O que me pase a Cutrestar…
―Mire, don Enrique, le paso con el servicio técnico…
(Música de montacargas durante tres minutos. Fin de la llamada. Una voz metálica me pide que valore de 0 a 9 mi satisfacción por el servicio prestado por el agente. Le pongo un 8. Total...)
 
Enrique Monasterio
PENSAR POR LIBRE

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