viernes, 31 de enero de 2020

Trabajo repartido

Un sacerdote estaba predicando el sermón en la misa, cuando ve que en la primera fila un señor se está quedando dormido. El cura se enfada y sube el tono de voz para despertarlo. 
Como éste no se despierta, le dice un niño que estaba a su lado: – Despiértame a ese señor. – ¿Y por qué yo? -responde el pequeño-. Usted lo durmió, ¿y yo tengo que despertarlo?
A veces somos los curas los que dormimos a la gente. Un sacerdote amigo mío, que estaba estudiando en una ciudad española, se dedicó un año a recorrer iglesias y escuchar homilías. decía que había llegado a una conclusión: » en las iglesias debía haber un libro de reclamaciones».
Pero también el fiel cristiano que asiste a la Misa dominical necesita, en muchos casos, cambiar de actitud a la hora de escuchar las lecturas y el sermón. Debemos ir a aplicarnos la palabra del Señor a nuestra vida diaria y a buscar alimento para la semana. ¿Con qué disposición e interés escucho esa parte de la santa Misa?

anecdonet.com

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