A Plácido Domingo le sobran reconocimientos. Uno de los más sonoros tuvo lugar en 1991.
En Viena recibió la ovación más larga de la historia. 80 minutos de aplausos que coronaron su interminable carrera como tenor, y que también marcaron el inicio de una historia empresarial de éxito.
Juan Ramón Domínguez Palacios
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