sábado, 1 de noviembre de 2014

Juzgamos demasiado rápido... y nos equivocamos

   Nos pasa ¡tantas veces! La persona prudente, sabe esperar, tiene paciencia, no se deja llevar del primo primi... Espera en tus juicios. Salva siempre la intención. No te dejes llevar del orgullo herido. Y... disculpa siempre, que es muy cristiano.


Jaime Sanz

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