sábado, 20 de agosto de 2016

El cerebro de un plan maestro

Citius, Altius, Fortius. Más rápido, más alto, más fuerte. Es el lema de los Juegos Olímpicos. Y también de Fernando Rivas, el cerebro de un plan maestro para mover los límites, no del deporte sino del propio deportista. Creador de estrategias y técnicas revolucionarias para llegar a la perfección, es el hombre en la esquina de Carolina Marín, oro olímpico. 

Estudiante de Ciencias del Deporte, descubrió que en España no se entrenaba a los deportistas para ganar y «abrió» su laboratorio para crear al atleta más rápido, más fuerte, más alto. En su empresa se encontró con una niña que lo cautivó por su actitud. Ahora el binomio no se entiende por separado. Incansable en la búsqueda de la mejora, entiende el trabajo como lo único que te hace llegar a la cima. Busca y rebusca en cualquier rincón para adaptar lo mejor de cada disciplina al bádminton. 

Deporte que ha convertido en una batalla psicológica en la que él es el primer guerrero. Las bromas, las sonrisas y el acento andaluz del trato diario queda aparcado en cuanto se mete en su laboratorio. Trabaja hasta cuando duerme. Ni aún hoy, con un oro olímpico en el cuello, descansará. Siempre se puede ser más fuerte, más alto, más rápido. «Es lo mejor de mi trabajo, que es infinito». Aunque se dará un tiempo para descansar. Una cervecita fría. Lo necesita. El plan ha sido tan meticuloso como perfecto. Marín tiene el oro. Detrás, en la esquina, el cerebro, un adelantado al tiempo.

abc.es

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