Adelaida, una mujer madre de tres hijos y ya entrada en sus cincuenta, directora del departamento financiero de una gran empresa de transportes se decidió a dar un paso bajo su completa responsabilidad.
¿Qué paso? Llamarle la atención en el tono más claro y severo que pudiera a una amiga suya, Pilar, madre de 5 hijos que días atrás le había anunciado que su sexta criatura estaba en camino en sus cuatro meses de vida. Y que en la casa reinaba una serena alegría.
-¡Estás loca!; con los tiempos que corren. ¡Cómo se te ocurre una barbaridad semejante¡ Fue su primer saludo, dicho con los aires con que solía llamar la atención a los subordinados en su trabajo. ¡Que no eres ninguna “coneja”, mujer! ¡O quieres arreglar tu sola el déficit de la natalidad: no lo conseguirás!
Pilar venció el primer impulso de responderle con una bofetada; y sonrió mientras acariciaba serenamente la “mansión” de la criatura de apenas cuatro meses de vida.
-Tú reza a Jesús por él, para que venga bien. Es niño y hasta ahora todo es normal. Y de paso reza también para que yo tenga un buen parto; ya sabes que en alguno de los cinco anteriores lo he pasado un poco mal.
Ernesto Juliá
elconfidencialdigital.com
Juan Ramón Domínguez Palacios
http://anecdotasypoesias.blogspot.com.es
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