Pepe Otaola sostiene a una niña en sus hombros en Palestina |
Dicen que no son tan jóvenes. Pepe Otaola lo intenta ocultar con una tupida barba pero a Álvaro Pisa, por más que lo intente, la cara de niño lo delata.
Estos dos madrileños, de 31 y 27 años, respectivamente, se fueron de viaje a Tierra Santa y no volvieron a ser los mismos.
Allí tuvieron la «suerte», dicen, de ver el horror. Y es que la miseria de un ser humano puede generar dos cosas: empatía o la más absoluta indiferencia.
Al final del viaje, Pepe y Álvaro visitaron un orfanato con niños con discapacidad. «El abrazo de un niño con esquizofrenia me cambió la vida», reconoce Álvaro. «Ha sido la experiencia más brutal de mi vida, soy más feliz que antes», confiesa Pepe.
El último día del viaje, cuando ya tocaba volver a casa, decidieron quedarse. Abandonaron sus respectivas carreras de abogacía y arquitectura y dedicaron un mes a conocer el pueblo palestino.
En cubo de basura
Así se encontraron con niños y ancianos abandonados, pequeños con discapacidad que eran escondidos por la vergüenza o incluso recordaron la historia de un niño con síndrome de Down que había sido lanzado a un cubo de basura...
Seis meses más tarde de aquel viaje crearon «Youth Wake Up» («Jóvenes, ¡despertad!»), una ONG que, como su nombre lo indica está enfocada en los «jóvenes de espíritu dispuestos a salir de su zona de confort y ayudar a los demás», explica Pepe. La idea de Pepe y Álvaro es contar con la juventud local para llevar a cabo proyectos de cooperación, innovación, emprendimiento, etc.
Ahora mismo, cuentan con 120 voluntarios a los que se les pide que reconozcan las problemáticas y, así, busquen soluciones. Estas van desde la construcción de una casa que se incendió en un campo de refugiados, pasando por ayuda en hospitales, residencias, etc.
Pepe y Álvaro cuentan hoy su historia en la 12 edición del congreso Lo que de Verdad Importa que, una vez más y con un éxito de convocatoria arrollador, reúne rostros anónimos con historias increíbles pero desoladoras. Siempre con un mensaje claro y parecido al aquel de Hemingway: «El hombre puede ser destruido, pero no derrotado».
El congreso es organizado por la fundación Lo que que Verdad Importa, cuyo objetivo es difundir a los jóvenes valores humanos, universales en la sociedad.
abc.es
Juan Ramón Domínguez Palacios
http://anecdotasypoesias.blogspot.com.es
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