A veces te encuentras en la vida con gente joven que por dentro son auténticos viejos: carecen de ideales, no encuentran nada a lo que entregarse, ninguna causa que valga la pena, y parecen ya estar de vuelta de todo... sin que tampoco hayan ido previamente a ninguna parte.
Se podría ejemplificar con una pequeña anécdota. Un chavalín había ido por primera vez en su vida a Granada y había tenido la oportunidad de conocer la famosa Alhambra. Al regresar, su madre le preguntó:
-¿Qué te pareció la Alhambra?
Y el crío, quizá por darse cierto aire de haber ya visto mucho mundo, contestó:
-¡Bah! ¿Qué quieres que te diga? Una Alhambra como todas las Alhambras...
Cfr. J. Sanz Rubiales, Medios de comunicación: aprender a ser críticos
J. Eugui
No hay comentarios:
Publicar un comentario