NO cabe otro sufrir ni otro consuelo
que el de esperar doliente y resignada
mendigar de tu amor una mirada,
a mi alma triste asida a triste suelo.
¡Cómo quisiera rauda, en raudo vuelo,
ascender al amor de tu morada
para rendir su fe de enamorada
¡Cómo quisiera ardiente, aquí en la tierra
que fueras cuerpo y sangre, toda vida,
para moverte a alegra y dulce guerra!
Sólo queda el sufrir, sin una herida
en el robusto cuerpo, que se aferra
a perdurar sin muerte, en esta vida.
BARTOLOMÉ LLORÉNS (CATARROJA, 1922-1946) FUE PARA DÁMASO ALONSO "LA JUVENTUD QUIZÁ MÁS TRASPASADA DE VIDA Y ESPÍRITU". CARLOS BOUSOÑO, GRAN AMIGO SUYO Y POETA, SEÑALABA QUE "ESTOS VERSOS TIENEN UN SEGURO PUESTO ENTRE LAS VOCES AUTÉNTICAS DE NUESTRO GRAN SIGLO LÍRICO." NO CABE DUDA DE QUE SUS VERSOS Y SU VIDA -ÍNTIMAMENTE UNIDOS- SIGUEN HABLANDO AL CORAZÓN DE CADA HOMBRE Y MUJER QUE BUSCA "AQUELLA ETERNA FONTE".
BARTOLOMÉ LLORÉNS (CATARROJA, 1922-1946) FUE PARA DÁMASO ALONSO "LA JUVENTUD QUIZÁ MÁS TRASPASADA DE VIDA Y ESPÍRITU". CARLOS BOUSOÑO, GRAN AMIGO SUYO Y POETA, SEÑALABA QUE "ESTOS VERSOS TIENEN UN SEGURO PUESTO ENTRE LAS VOCES AUTÉNTICAS DE NUESTRO GRAN SIGLO LÍRICO." NO CABE DUDA DE QUE SUS VERSOS Y SU VIDA -ÍNTIMAMENTE UNIDOS- SIGUEN HABLANDO AL CORAZÓN DE CADA HOMBRE Y MUJER QUE BUSCA "AQUELLA ETERNA FONTE".
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