jueves, 12 de marzo de 2020

La historia de cómo buscar una mascarilla para el coronavirus en vano

El miércoles, un familiar cercano tuvo que volver del trabajo porque presentaba un brote de fiebre alta. Le había visto el médico, no se alarmó demasiado, le recomendó que se acostara, tomara las medicinas que le había recetado, y le dijo también, por aquello de tomar precauciones a la vista de la epidemia del coronavirus, que se colocara una mascarilla. 

 Así que, a última hora de la tarde, salí en búsqueda de la mascarilla. Me dirigí a farmacias con horario veinticuatro horas, es decir las que no cierran por la noche. Recorrí más de media docena, sin éxito. Alguna había colocado en la puerta de cristal este cartel: "No tenemos mascarillas", a pesar de lo cual no dejé de preguntar allí. 

No quedaban mascarillas en ninguna de ellas. Y eso desde hacía días. Me aseguraron que no las encontraría en ningún sitio. En una de ellas comentaron que esperaban recibirlas en dos o tres fechas. "Solo quiero una", insistía yo en vano. Uno de los dependientes contó que le quedaba una, pero que no era de las exigibles en estos casos. 

 Otro me recomendó que acudiera "a un chino". "¿Allí tienen?", pregunté. Respondió afirmativamente. "¿Son fiables, cumplen los requisitos?". Me aseguró que sí, diciendo: "Las mascarillas las fabrican sobre todo los chinos. Las traemos de allí, así que...". Empecé a buscar "un chino". 

Los que encontré abiertos tampoco tenían existencias. "No nos quedan desde hace más de un mes", me explicaron en alguno de ellos. Eran las nueve y media de la noche y me encontraba sin mascarilla. Y sin saber cómo resolver el problema. 

 En ese momento, me puse en el lugar de otros muchos ciudadanos que muy posiblemente se encontraban, igual que yo, en búsqueda de mascarillas porque las necesitaban. Imaginé la sensación de desconcierto, frustración y hasta inquietud que les podría embargar. No pude evitar preguntarme: ¿a estas alturas, en un país como España, puede suceder algo así en un asunto tan delicado? ¿Que cómo se resolvió mi problema? 

 El citado familiar me envió un mensaje de whatsapp diciendo que había localizado a un médico, amigo suyo, y que este podía proporcionarle la mascarilla, como así ocurrió. Problema resuelto. Pero, ¿y quien no tenga la suerte de contar con alguien del ámbito sanitario que le pueda suministrar ese artilugio?

elconfidencialdigital.com

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