domingo, 30 de octubre de 2011

«EN MI PUEBLO NO SE ACOSTUMBRA»

   El Santo Cura de Ars recomendó a una joven que se confesó con él que comulgase con frecuencia. Cada quince días, que, para aquella época, se estimaba bastante frecuente. La chica puso una pega:

-Padre, en mi pueblo no se acostumbra eso.
No vio dificultad el Santo:
-No importa; si no hay costumbre, la introduces.
Al poco volvió la chica:
-Padre, en mi pueblo todos me señalan con el dedo, porque comulgo cada quince días.

Preguntó el párroco:
-¿No tienes amigas? ¿Son buenas? Pues llévalas a que comulguen contigo y no serás la única.
Pronto volvió la joven con otras dos que ya se habían comprometido a imitarla. Seis meses después eran ya la docena. Un día se presentó el párroco de aquel pueblo a dar las gracias al de Ars.

 Cfr. R. J. de Muñana, Verdad y vida

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