Gary Cooper |
Me viene a la memoria una vieja película de Frank Capra de los años 30, El secreto de vivir, en la que al protagonista, que se llama Longfellow Deeds y al que da vida Gary Cooper, que vive en una aldea muy pequeñita en la que se conoce todo el mundo y al que le gusta tocar la tuba, le tocan de repente 20 millones de euros de un tío lejano; a Longfellow, que es un hombre sencillo, empiezan a surgirle de repente problemas de debajo de las piedras no siendo el menor de ellos los otros candidatos a heredar.
Estos familiares repentinos tratan de demostrar que el heredero está loco y, a tal efecto, citan en el juicio a dos ancianitas vecinas del pueblo: "¿Conocen ustedes a este hombre?", pregunta el abogado, a los que las ancianitas responden "claro que sí, desde que era un niño"; "¿Y dirían ustedes que está en su sano juicio?", y ellas dicen "por supuesto que no, no está en sus cabales, está loco". "No hay más preguntas, señoría".
Y entonces Gary Cooper le pregunta al juez si puede interrogar a sus vecinas: "claro, por supuesto, adelante". Y Cooper las pregunta por otro vecino, y por otra vecina, y por otro más, y la respuesta de las ancianitas es siempre la misma: Todos están locos... menos por supuesto ellas, que están cuerdísimas.
anecdonet.com
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