sábado, 25 de septiembre de 2010

LA HISTORIA DE SOR GUADALUPE

   Con la mochila al hombro, Sor Guadalupe recorrió todo el mundo escalando cimas. Perteneció a la segunda expedición femenina al Himalaya en 1986. Ascendió el Islanpic de 6200 metros, abriendo una nueva ruta, fue su cota más alta. Escaló otras montañas en los Alpes, en la cordillera de¡ Atlas (Marruecos), en Ecuador; y muchos otros en España. Entre monte y monte participó en la movida juvenil como tanta gente. En sus años de alpinista se formó una personalidad alejada de¡ cristianismo, a pesar de haberse criado en un entorno religioso. Aquella chica joven sentía un vacío interior muy grande, incrementado por su capacidad de reflexión. 

   Esto le llevó a buscar el sentido de la vida en otra fe: cualquier religión le habría servido. Sin embargo, su vida seguía vacía, por eso pensó en ser cooperadora en el tercer Mundo. Acudió a diferentes ONGs, sin poder encontrar plazas para irse a Africa. Como única solución le quedó partir con unas monjas de la congregación de las Esclavas Misioneras de Jesús; viajó con ellas en junio de 1991. Se observa que Dios estaba ya detrás de su vida, ayudándole a elegir el camino adecuado, sin que ella lo supiese. En Rukoso (Ruanda) su existencia cambió por completo. Guadalupe había acudido a Africa para darlo todo, lo máximo: su vida. La entrega a los demás por amor le hacía sentirse llena. Pensaba que sus enormes manos eran todopoderosas pudiendo transformar el mundo, sin la necesidad de ningún dios ni de ninguna fe. Pero allí se cruzó a diario con la muerte. Y vio que sus grandes manos eran muy pequeñas, que no servían de nada ni podían hacer nada frente a algo tan poderoso. 

   A esto se le unió la frase que le decían los nativos cuando morían: "kuesere ¡mana" que significa : Reza a Dios por mí ". Aunque ella se preguntaba a qué dios debía de rezar si ella no lo tenía. Por eso comenzó a orar: la oración le permitía prolongar su actividad. En este momento descubrió lo que había buscando durante tanto tiempo: el sentido de su vida. Al llegar a Ruanda Sor Guadalupe inició una relación de cariño mutuo con una niña huérfana llamada Lumana. No hablaban el mismo idioma pero ambas se comunicaban con el lenguaje del Amor. 

   La niña murió y ella se preguntaba dónde estaba Dios. También le pedía reclamaciones de por qué había creado a un ser para que toda su vida fuese sufrimiento. No tenía sentido. Entoncés descubrió que Lumana había sido creada para llevarle a ella a Dios y que ese era el sentido de su existencia. En 1991 tomó la decisión de ser religiosa, en 1993 profesó los votos temporales y cinco años después los definitivos entrando en la congregación navarra de las Esclavas Misioneras de Jesús, Esta orden estaba compuesta entonces por solo cinco religiosas. 

ANECDONET

No hay comentarios:

Publicar un comentario