Sakura Kawaguchi vive en Nagasaki city. Con 28 años, está casada y tiene una hija. Ayuda al Opus Dei en la isla y agradece la formación cristiana que le permite mantener viva su fe.
Conocí la Obra cuando tenía 15 años, en un retiro para jóvenes en la parroquia de Tsukumi. Aquel día hubo mal tiempo, así que solamente asistí yo. Aún así, el sacerdote dio las meditaciones y pude confesarme.Al contarle que me interesaría estudiar cocina, me habló de la escuela Mikawa Cooking School, de Nagasaki. Allí, además de aprender el arte de la restauración, comprendí que podía ser santa en medio del mundo.
Tras la graduación, trabajé en restaurantes y cafeterías. Ahora, casada y con una hija, cuido de mi pequeño hogar. Estoy muy feliz de poner cariño en estos trabajos.
Con mi vocación al matrimonio también veo la necesidad de tener una sólida vida de fe y de continuar con mi formación cristiana. Por eso me gustó la idea de ser Cooperadora del Opus Dei.
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