lunes, 12 de septiembre de 2016

Una noche a 3.000 metros de altura

«Han pasado frío, pero no han tenido problemas de salud», aseguró ayer el comandante de la Gendarmería de alta montaña de la prefectura de Alta Saboya (Francia) tras poner fin al rescate de los pasajeros atrapados en un teleférico del Mont Blanc. 

Durante toda la noche, las más de treinta personas que permanecían atrapadas en las cabinas mantuvieron contacto con las autoridades a través del teléfono móvil y tuvieron conocimiento de los avances de una operación que tuvo que ser interrumpida al caer la noche del pasado jueves, después de que los helicópteros lograsen trasladar a tierra firme a 65 personas. 

Los cables del teleférico, que se enredaron por causas desconocidas, fueron liberados a primera hora de la mañana de ayer y permitieron que el convoy volviera a ponerse en marcha. Los últimos turistas rescatados, entre los que se encontraba un niño de 10 años, pasaron la madrugada a más de 3.000 metros de altitud y con unas temperaturas que oscilaron entre los 5 y los 10 grados. Pasaron frío, pero no estuvieron solos: cinco socorristas subieron al teleférico para pasar la noche con ellos.

abc.es

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