martes, 19 de junio de 2018

Esto no me gusta

La dirección de recursos humanos no es nada fácil. La obediencia, en la mayoría de los casos es racional, por lo que debe ser razonada. Una vez que se razona, sin manipular los datos para ajustarlo a mi visión (“mi verdad”) se asume mucho más fácilmente. La gente come mejor si sabe lo que come…

Hablando el otro día sobre los gustos de la gente, yo siempre acabo igual : “a mi me gusta todo….menos las ostras”.Sera la textura, sera el sabor a mar, que sin embargo para otros las convierte en manjares…No puedo con ellas.Se me ocurrió preguntar en el Foro de Cocina de Mundorecetas que cosas no nos gustan nada. Pense que entre tan buen grupo de cocineros no habria muchas limitaciones.Para cocinar, hay que probar.Pero sorprendentemente todo el mundo tiene su dos o tres cosas que….puaj!!!!!
El número uno de los rechazos se lo lleva la casquería. Creo que, como acertadamente comentaba Rubén, es mas un problema de “saber lo que comes” que de sabor en si.La idea de comerte una lengua, un riñón o un testículo puede echar para atras a mucha gente.En una cena, yo cole unas criadillas fileteadas, empanadas con finas hierbas y con un taquito de foie mi cuit encima, a medio derretir.¿Pensáis que alguien no se lo comió?Todos lo probaron y les gusto.Cuando dije lo que era, la mitad no repitió…:)Tampoco ayuda la curiosa textura de los sesos (por no hablar de si vienen con la cabeza entera) ni la apariencia de los zarajos ni el simple nombre de “sangre coagulada”.Todos ellos a mi gusto deliciosos.
El segundo lugar lo comparten las coles de Bruselas y los mariscos de concha.¿Que puede influir en las coles?Supongo que el olor, aunque en un documental oi que de pequeños hay verduras, entre ellas las coles, en las que detectamos mas que de adultos un regusto amargo.Eso puede marcar un rechazo que vas arrastrando, sin saber por que, hasta dejar de comerlas.Igual alguno, aunque nadie ha confesado, también las rechaza por su complicidad con la aerofagia…:)
Con los bivalvos se juntan las apariencias (¿hay bicho mas feo que un mejillón?), las texturas y el hecho de que muchos, como mis repudiadas ostras, se comen crudos.
El cuarto lugar es para la leche y derivados.Lo de la leche caliente, por el aroma y el suave paso por la boca no se traga bien.Por no hablar de una de las cosas en las que muchos coincidían: esa telilla que se forma en la leche cuando se enfría después de haber hervido (nata al fin y al cabo).Reconozco que a mi me produce arcadas cuando bebo y me cae un trocito de eso.Con lo buena que esta esa telilla cuando es gruesa, de leche entera fresca y mezclada con azucar untada en pan tostado….Yum!!!! Muchos coinciden en el queso como alimento a rechazar, aunque algunos lo toleran si es cocinado, derretido o gratinado.El queso azul es otra historia.
En el quinto llegan los caracoles, que si hubiéramos hecho un conjunto comun de moluscos hubiera sido el ganador sumado a los bivalvos.Mas de lo mismo: apariencia, sensación de comerse “un bicho”, textura….¿Y una gamba? ¡Si parece mas bicho todavía y casi nadie se queja de ellas!
Y a partir de ahí, todo un maremagnum de ascos.Curiosos me han parecido los siguientes: -Cosas que “exploten” en la boca, como los guisantes o las lentejas. -Chocolate o merengues (que me los envíen!!!) -Lo gelatinoso. -Algún problema de conciencia con los Saltamontes…:) -Jamón ibérico y champan!!! -La clara poco cuajada (un poco asquerosa si que es…)

El rosario se amplia con cosas tan comunes como el tomate, el ajo, la cebolla, el pimiento, frutas, verduras en general, pescados congelados, carnes variadas…!Pobrecito el que le toque invitaros a todos a un menú!

anecdonet.com
Juan Ramón Domínguez Palacios / http://anecdotasypoesias.blogspot.com.es

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