La historia siguiente muestra cómo, aunque estemos limitados físicamente, la creatividad y la pasión por el bien pueden traspasar muros e incluso océanos, y no saben de confinamientos.
Verónica, coordinadora de la ONG Impulso Social de Argentina, cuenta cómo el deseo de ayudar a los afectados por la pandemia se activó en numerosas jóvenes voluntarias que suelen participar en sus actividades pero, ¿cómo dar una mano sin poder salir prácticamente de casa?
En un primer momento, las animaron a “impulsarse” en sus propias casas y así algunas se pusieron a cocinar, a ayudar a los hermanos con la tarea, a mantener el buen ánimo familiar… Pero su afán de dar una mano iba más allá y, de nuevo, la tecnología fue la gran aliada.
La madre de una de las voluntarias les compartió una iniciativa que había arrancado en España -donde la pandemia llegó semanas antes y de forma agresiva-. Contactaron con la cirujano Cristina Marin Campos, que trabaja en el Hospital de La Princesa en Madrid y ha empezado la campaña “Carta con alma”, a través de la cual el personal sanitario se compromete a hacer llegar a los pacientes ingresados por COVID-19 cartas de ánimo que se envíen a varias direcciones de mail que se han creado para ello.
Muchas estudiantes que colaboran con Impulso Social se sumaron desde diferentes ciudades de Argentina para escribir cartas. En ellas cuentan quiénes son, dan ánimo a los enfermos y, quien quiera, deja su mail para que puedan responderles. De este modo, acompañan a quienes están más aislados y sus misivas, llenas de cariño, crucen el “charco”, pasando de un lado a otro del Atlántico. Según afirma Verónica, “Impulso Social está jugando un papel muy importante en esta cuarentena, especialmente entre las familias. Antes trabajábamos más con cada voluntaria, pero ahora al estar todos en la misma casa, se están involucrando todos los miembros de la familia. Cuando empezamos la iniciativa de las cartas, muchas nos preguntaron: ¿pueden participar mi papá, mi mamá, mi hermana? Es algo bueno que nos va a dejar esta situación, pues en futuros casos de necesidad más gente se sumará a ayudar”. Se puede saber más sobre la ONG y sobre esta propuesta en su cuenta de Instagram.
Otra actividad similar se ha puesto en marcha en Monterrey (México), donde un grupo de estudiantes universitarias y jóvenes profesionales ha creado la cuenta @apadrinaonline, con el fin de acompañar desde su “trinchera” a los afectados por el COVID19 a través de la oración, mensajes de aliento y presencia virtual.
Además de enviar cartas a los enfermos, se ofrecen a acompañar a agentes sanitarios rezando por ellos, enviándoles mensajes e incluso algún detalle a través de mensajerías a domicilio. También se ocupan de atender a personas mayores, a la que llaman por teléfono. En una semana, han escrito cartas a 14 pacientes, han “apadrinado” a 218 empleados del sector de la salud y han hecho compañía a 326 enfermos o ancianos.
opusdei.es
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