Santa Catalina de Siena fue favorecida por Dios con muchos dones sobrenaturales, como es de sobra sabido. Pero hay una enseñanza que Dios le da desde muy temprano y que será como sólido cimiento de su vida cristiana y base sobre la que situar cualquier don extraordinario, y es lo que Cristo le hace saber un día:
-¿Sabes, hija, quién eres tú y quién soy yo?
La respuesta viene a continuación y es inolvidable:
-Tú eres la que no es; y Yo, el que soy. Si tuvieres en el alma tal conocimiento, el enemigo no podrá engañarte y escaparás de todas sus insidias y adquirirás sin dificultad toda gracia, verdad y luz.
Cfr. G. Papàsogli, Catalina de Siena, Reformadora de la Iglesia
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