José Villela, médico y miembro del Opus Dei, sufrió un accidente que lo dejó en silla de ruedas en enero de 2010. El resultado fue parálisis del cuello hasta sus pies. En junio de 2011 se graduó como médico.
José Villela Vizcaya, médico de profesión, nunca pensó que a sus 24 años
de edad, su vida cambiaría drásticamente, con uno de los episodios más
aterradores, al quedar atrapado en su vehículo cuando salía de ejercer
sus prácticas como estudiante en hospital, y ser sorprendido en su
vehículo con la caída de un camión de basura que perdió el control sobre
el distribuidor vial del periférico en la Ciudad de México.
Desde ese instante, el 19 de enero del año 2010, y durante 9 meses
estuvo luchando por sobrevivir, con el apoyo de los cuidados intensivos y
de una dilatada rehabilitación, que aún así, no logró evitar la silla
de ruedas ante la inmovilidad permanente de su cuerpo.
El chofer del camión que transportaba basura falleció cuando recibía los primeros auxilios médicos. A José Villela tuvieron que liberarlo con el uso de herramientas especiales.
“Yo salía del Hospital ABC después de 36 horas de trabajo, ya que me encontraba haciendo mi internado, me dispuse a irme a mi casa que estaba hasta San Ángel y yo estaba en Santa Fe, quería llegar a dormir y a comer, solo pensaba en ya llegar, mientras manejaba; de pronto solo escuché un horrible ruido, un segundo después un estruendoso sonido y un gran camión de basura estaba encima de mí”, indicó.
Los daños tras el accidente fueron tres vértebras cervicales dañadas, una fractura de cuello y la columna vertebral, quedando paralizado del cuello hasta sus pies.
Tras el largo proceso, y un ánimo que nunca decayó, José Villela se ha reincorporado a sus actividades, pero al mismo tiempo, transmite un mensaje de amor a la vida, y de lucha sobre cualquier problema y de superación a los obstáculos que pueda tener cualquier persona en su camino.
El chofer del camión que transportaba basura falleció cuando recibía los primeros auxilios médicos. A José Villela tuvieron que liberarlo con el uso de herramientas especiales.
“Yo salía del Hospital ABC después de 36 horas de trabajo, ya que me encontraba haciendo mi internado, me dispuse a irme a mi casa que estaba hasta San Ángel y yo estaba en Santa Fe, quería llegar a dormir y a comer, solo pensaba en ya llegar, mientras manejaba; de pronto solo escuché un horrible ruido, un segundo después un estruendoso sonido y un gran camión de basura estaba encima de mí”, indicó.
Los daños tras el accidente fueron tres vértebras cervicales dañadas, una fractura de cuello y la columna vertebral, quedando paralizado del cuello hasta sus pies.
Tras el largo proceso, y un ánimo que nunca decayó, José Villela se ha reincorporado a sus actividades, pero al mismo tiempo, transmite un mensaje de amor a la vida, y de lucha sobre cualquier problema y de superación a los obstáculos que pueda tener cualquier persona en su camino.
A pesar de haber sido declarado clínicamente como cuadripléjico, y
conociendo plenamente su situación, Villela Vizcaya se llenó de energía y
optimismo, logrando avances que los médicos catalogaron como
impresionantes.
Su convicción fue sólo una: “la principal discapacidad está en la mente y los límites los pone uno”.
“No ha sido nada fácil salir de esto, gracias al apoyo de Dios, de mi familia y de mis amigos he podido salir adelante y es que he podido poco a poco recuperar la función y las ganas de seguir aquí”.
Su convicción fue sólo una: “la principal discapacidad está en la mente y los límites los pone uno”.
“No ha sido nada fácil salir de esto, gracias al apoyo de Dios, de mi familia y de mis amigos he podido salir adelante y es que he podido poco a poco recuperar la función y las ganas de seguir aquí”.
Pudo recuperar la función de los brazos, manos y dedos. Está por
concluir su profesión de medicina con la calificación más sobresaliente
de su clase, y su decisión le permite estar ahora en el hospital, ya no
como paciente ni practicante, sino como médico. Por ahora en dos semanas
termina la carrera de medicina y espera iniciar su especialización en
psiquiatría, “ya en dos semanas hago mi examen profesional, pero tengo
todo bajo control”.
Pero para José Villela esta no es una historia trágica ni mucho menos una historia triste, sino una lección de vida. Es así que invitó a que todos, como seres humanos se valoren, que busquen y cumplan sus objetivos sobre lo que quieren hacer, y procurar siempre la felicidad, ya que esta es una decisión que se toma por cada uno y no por los demás.
Pero para José Villela esta no es una historia trágica ni mucho menos una historia triste, sino una lección de vida. Es así que invitó a que todos, como seres humanos se valoren, que busquen y cumplan sus objetivos sobre lo que quieren hacer, y procurar siempre la felicidad, ya que esta es una decisión que se toma por cada uno y no por los demás.
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