JORGE RIBERA (I)

   Jorge Ribera es un joven de 15 años, amigo mío, que tiene leucemia desde hace cuatro meses y medio. Los que me seguís en Facebook conocéis su historia. Los blogueros aún no, porque Jorge no me había dejado escribiros hasta ahora (en su sencillez no le gustaba verse en ninguna web). Pero Jorge necesita que recéis por él. Por eso os escribo a todos y os cuento su historia.

Jorge en el Hospital de la Fe el día de Reyes. La fotografía refleja su talante habitual

    Jorge tiene 15 años es alumno del Vedat y socio del club Dardo (www.clubdardo.org). Hace cuatro meses y medio se le diagnosticó una leucemia. Los médicos descartaron hacerle un trasplante de médula y decidieron un largo tratamiento de quimioterapia. Esa ha sido su historia durante este tiempo: períodos en el hospital para recibir el tratamiento alternados con otros en su casa.



    Para Jorge la noticia de su enfermedad fue un mazazo. Sobre todo porque interrumpía sus estudios (era el número uno de su curso en el Vedat) y dejaba de ayudar a sus amigos. Esto último era, y es, para él lo más importante. Su devoción a San Josemaría y la formación recibida de su familia, del colegio y de Dardo, le ayudan mucho. Ve en su enfermedad un regalo que Dios le ha hecho. El Prelado del Opus Dei, al conocer su dolencia, le escribió una carta en la que le animaba a ponerse en las manos de Dios y a rezar especialmente por su curación.

   El profundo sentido cristiano con que asumió su enfermedad impresionó en el hospital desde su ingreso y su historia circuló de boca en boca por todas las secciones del recinto sanitario. La primera estancia fue larga, más de un mes. Luego han sido más breves, pero la mayoría de las sesiones de quimio han sido muy dolorosas. Los médicos y enfermeras están asombrados por su fortaleza y alegría. El capellán del hospital ha salido impresionado y edificado las veces que ha ido a verle.

   Ya os dije que una de sus preocupaciones son sus amigos y compañeros de curso. Es consciente de la ayuda que presta a muchos de ellos y le duele más no estar con ellos, para ayudarles, que la probable pérdida de curso, pues ahora, muy bajo de defensas, apenas puede estudiar.
   Periódicamente escribe a sus amigos, sus cartas circulan de mano en mano en el colegio. Los sms y el correo eléctronico, cuando tiene fuerzas, son sus medios para seguir ayudando a los demás. También las conexiones de vídeo a través de internet, cuando la evolución de su enfermedad lo permite, son un medio para comunicarse con sus amigos y con Dardo. A él le anima mucho verles. No necesito explicaros la influencia extraordinaria que ejerce Jorge en los demás con su fortaleza y alegría. En primer lugar, en su familia, que se desvive por él.

  Hay un viejo refrán que dice: muchos amenes al Cielo llegan. Os pido a todos, amigos blogueros, una oración por Jorge, para conseguir del Señor la gracia de su curación.
  Si queréis ver mejor la fotografía, haced clic sobre ella.