El rey Jorge V de Inglaterra (1865-1936) se daba un paseo por un lugar donde en otra época -en el siglo XVII- el famoso Oliver Cromwell había combatido una importante batalla. Y, andando por allí, se encontró con el herrero del pueblo. El monarca le preguntó muy amigablemente:
-Oígame, buen hombre, me han dicho que por estos lugares ha habido una gran batalla...
El herrero contestó a esa curiosidad real con una acento algo entrecortado por el apuro que sentía:
-Es verdad, Majestad, el carpintero y yo nos hemos dado algunos puñetazos hace unos días. Pero no podía imaginar que esta pelea hubiera llegado a los oídos del rey.
J. EUGUI
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