“Nacido en la capital de Togo, Lomé, el camino hacia el éxito no ha sido fácil para Adebayor. Hijo de emigrantes nigerianos, ‘Manu’ no empezó a andar hasta los cuatro años. Según cuenta el delantero, su madre, desesperada porque no encontaba solución al problema, recurrió a la fe para ayudar a su hijo.
Un sacerdote le prometió que iba a rezar por él durante una semana y que si transcurrida ésta no empezaba a caminar no quedaría mucha esperanza. Luego viene “algo increíble pero real” en palabras del propio jugador. En el séptimo día, mientras su madre oraba desesperada, se levantó y empezó a correr hacia un balón. Desde aquel momento, Adebayor se convirtió en un fiel creyente… y no paró de correr”.
DON BALÓN
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