martes, 22 de mayo de 2018

El navegante español ocupa por fin su lugar

 llegada de la Nao Victoria en 1522 con solo 18 supervivientes
Juan Sebastián Elcano es el héroe que no ha tenido hasta ahora en el cine la oportunidad de ser conocido por el gran público. Había que estar allí, sobre las tablas de la Victoria, después de haber llegado a Molucas, para percibir en su verdadera dimensión la decisión que el navegante Juan Sebastián Elcano tomó aquel día. Volver por el otro lado. 

Navegar con una tripulación castigada por el escorbuto y la primera travesía del Pacífico (sin mapas) y atravesar aguas de dominio portugués en las que iban a darles caza. Y dar, ¿de paso?, la primera vuelta al mundo. Esa intuición genial vale para pasar a la historia, pero no oculto bajo la figura de Fernando de Magallanes. 

En primer plano, con el justo horizonte que le va a dar esta película «Sin límites». Magallanes fue un gran hombre, un visionario, sin duda, que gracias a sus conocimientos y voluntad férrea puso en pie la empresa, después de que el monarca portugués despreciara su idea. Carlos I, sin embargo, creyó en él y la financió. Gracias al relato de Pigafeta todos los historiadores le han favorecido en los conflictos del viaje. Pero lo cierto es que nada más salir de Sanlúcar cambió de cara, no cumplió lo prometido al emperador. 

Mantuvo el rumbo en secreto y realizó movimientos extraños que alimentaron las desavenencias y acabaron con el motín en San Julián. Ahí arranca la película, con la pugna y la brutal represión que acabó con cabezas en una pica y el representante del rey abandonado a su suerte en un islote. Al hallar por fin el paso al Pacífico, el capitán se calmó, pero siguió cometiendo errores. El más letal fue abandonar la misión y las naves para luchar en una pugna indígena local. Y así le dieron muerte en Mactán.

 ¿Pensó en la expedición? Elcano sí, literalmente se puso el mundo por montera. Entonces se convirtió en el líder capaz de llevar a término una gesta inédita, navegando por donde nadie pensaba regresar. Volvieron 18 supervivientes con una carga de especias y la experiencia de una Tierra redonda. Ahora le toca ser el héroe de la película porque fue él y no el portugués quien conquistó todos los horizontes del mundo. El cine español planta por fin batalla por la historia, sin derrotismos, sin complejos, sin tonterías. ¡Si Hollywood lo pillara...! 
abc.es
Juan Ramón Domínguez Palacios / http://anecdotasypoesias.blogspot.com.es

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