El doctor Pedro Cavadas agradece, ayer, al almirante James Foggo el reconocimiento recibido de las Fuerzas Navales de los EE.UU. |
Eran las 4.30h del 28 de marzo y, lógicamente, el doctor Pedro Cavadas y los miembros de su equipo disfrutaban del merecido descanso.
La llamada telefónica anunciaba el traslado al valenciano hospital de Manises de un marine estadounidense que había sufrido la amputación de su mano derecha mientras navegaba con su unidad a 70 millas de Cartagena.
El cirujano y su equipo tardaron veinte minutos en llegar y se dispusieron a afrontar la grave, ardua y hermosa tarea de reimplantar su mano a un joven de 21 años que la había perdido en acto de servicio. La mano amputada llevaba más de diez horas sin riego sanguíneo, una circunstancia que ponía en grave riesgo la reimplantación, de modo que hubo que modificar el protocolo habitual para que la mano dispusiera de un riego sanguíneo provisional.
Es indudable que el doctor Cavadas ejerce la cirugía con la técnica más avanzada y con mayor precisión que un relojero antiguo, pero creo que eso no basta para explicar los frutos de su tarea. La técnica sólo se convierte en bendición cuando hay una conciencia y un afecto que la guían, y eso es lo que sucedió en aquellas cinco largas horas de reconstrucción, como en tantas otras operaciones de este equipo. Como él mismo ha comentado, «si no te pones en la piel del paciente, no puedes ofrecerle nada». Esta grandeza es lo que ha reconocido el almirante James Foggo, jefe de las Fuerzas Navales de los EE.UU. en Europa, al condecorar ayer a este gran cirujano español, cuyo prestigio atraviesa fronteras.
En realidad, la posición de Cavadas frente al marine de esta historia no es distinta de la que asume cada día en el quirófano, o de la que le ha llevado a viajar a Kenia y Tanzania para operar a los más desfavorecidos, aprendiendo allí de nuevo lo que significa ser médico.
José Luis Restán
abc.es
Juan Ramón Domínguez Palacios / http://anecdotasypoesias.blogspot.com.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario