Saber unir la profesión y la fe. Unos jugadores famosos y ejemplares
VIDEO: Philip Rivers "the beast"
Terminó la temporada de futbol americano con grandes sorpresas al ganar la final los Gigantes de Nueva York,
un equipo que según los pronósticos no eran los mejores. Sin embargo se
puede afirmar que fueron campeones con todo derecho al derrotar a los
favoritos.
Además
de esa sorpresa, en esta temporada hubo un jugador que causó también
gran sensación en Estados Unidos. Era un suplente que debido a la lesión
del titular tuvo que dirigir al equipo y debido a su magnífico
desempeño se ganó el puesto, me refiero a Tim Tebow, quien dirige a los Broncos de Denver ocupando la posición de quarterback.
Aunque no llegaron al Super Bowl,
sin embargo tuvieron un gran desempeño superando las expectativas. Aún
le falta desarrollar ciertas habilidades, pero las ha suplido con su
recio carácter y entrega. La afición de muchos seguidores de este
jugador dio origen a la tibowmanía. Por ejemplo, la afición ha comprado más jerseys de futbol con su nombre que de cualquier otro jugador.
A
la gente no solo le ha agradado que Tebow sea un buen jugador, sino
también que sea un hombre coherente con sus creencias. Es conocido por
no negar ni esconder su fe cristiana. Lo hace en privado y en público,
incluso en el campo de juego es usual verlo arrodillado haciendo
oración. Cuando tenía 22 años dejó pasmado a los reporteros, pues siendo
un joven bien parecido y atleta, sin miedo les reveló en rueda de
prensa que guardaba su virginidad para el matrimonio. Lo hacía por
convicción de sus creencias sabiendo que el sexo es para vivirlo en el
amor en el matrimonio y como fuente de vida.
Tebow fue ganador del trofeo Heisman,
máximo premio para los jóvenes futbolistas en Estado Unidos. En una
entrevista explicó a los periodistas que gracias a la fama que tiene
está pudiendo proyectar su fe cristiana a muchas más personas, además de
poder compartir con tantas más el testimonio de vida de su madre, quien
pese a recomendaciones médicas decidió no abortarlo: «Hay gente que
ha decidido no someterse a un aborto porque escuchó la historia de mi
mamá, o que han sido alentados porque comparto mi fe en la televisión o
en los reportajes».
Hubo
controversia al participar en un anuncio televisivo en donde se
defendía la vida. Incluso decidieron suspender tal anuncio. Al respecto,
Tim Tebow comentó que quienes rechazan ese anuncio que defiende la vida
«deben al menos respetar que defiendo lo que creo. Siempre he estado
convencido de esto porque esa es la razón por la que estoy aquí. Mi
madre fue una mujer muy valiente.
San Josemaría Escrivá
nos invita a dar testimonio de vida cristiana ahí donde vivimos: en la
casa, en el trabajo, con las amistades, etc. y nos dice: “Influye
tanto el ambiente!”, me has dicho. −Y hube de contestar: sin duda. Por
eso es menester que sea tal vuestra formación, que llevéis, con
naturalidad, vuestro propio ambiente, para dar ‘vuestro tono’ a la
sociedad con la que conviváis.
−Y,
entonces, si has cogido este espíritu, estoy seguro de que me dirás con
el pasmo de los primeros discípulos al contemplar las primicias de los
milagros que se obraban por sus manos en nombre de Cristo: “Influimos
tanto en el ambiente!”» (Camino n. 376).
No
es el único jugador famoso que no tiene miedo a manifestar su fe. Hay
otro destacado jugador de futbol americano no solo por su desempeño
(tiene uno de los cinco mejores porcentajes de pase de todos los
tiempos), sino también por ser un buen testimonio de saber armonizar su
fe y su profesión, siendo un ejemplo para todos.
Se trata de Philip Rivers quarterback de los Cargadores (Chargers)
de San Diego. Está casado y tiene seis hijos. Aunque nació en Alabama,
estado típicamente protestante, es católico. No fue fácil. En su condado
eran sólo quince chicos católicos, pero esa necesidad de confrontar
continuamente su fe con la de los demás le ayudó a ser firme y ayudar a
convertirse al catolicismo a quien es hoy su mujer, Tiffany.
Aunque
era el sueño de su vida, Philip se planteó si debía jugar como
profesional, pues los partidos suelen ser en domingo: «Me gusta el fútbol, pero también quería ir a misa». Lo logra asistiendo la tarde del sábado, la víspera, o incluso va muy temprano el mismo domingo: «Una vez que he recibido la Eucaristía, estoy preparado para salir a jugar».
Dice
que su padre, que es converso al catolicismo, le enseñó a colocar la
asistencia a la misa dominical como el fundamento de todo lo demás: «Y cuando el padre de familia dice que hay que ir, se va»
concluía Rivers. Además, ir a la misa dominical por encima de todo, le
mantuvo unido a su familia distante, sabiendo que estaban todos
asistiendo. «He conocido iglesias preciosas..., pero lo que es aún
más hermoso es que Jesús está siempre presente en la Eucaristía, y esto
es verdad en cualquier iglesia católica a la que vayas».
Explicaba Rivers que para llevar una vida armónica es imprescindible vivir un orden: «Si
pongo el fútbol por encima de mi fe y de mi familia, seré peor jugador.
Poner las cosas en su orden correcto te ayuda a hacer mejor cada una de
ellas. Evitar la idolatría te ayuda a tener una correcta perspectiva de
la vida y, a cambio, a vivir con mayor eficacia. Lo primero es la fe,
luego la familia, luego el fútbol».
Le preguntaban a Rivers su comentario sobre su contrincante Tim Tebow: «Me alegra hablar con él y saber que tiene convicciones fuertes».Rivers,
de treinta años, lleva seis hijos en su matrimonio, y anima a quienes
se asusten creyendo que es imposible llevar esa carga.
En un programa de televisión afirmaba: «Siempre
les digo que los niños crecen. No siempre van a necesitar una
vigilancia constante. Quien tiene miedo a tener muchos hijos, verá años
después que ese miedo se transforma en tristeza por haber tenido
demasiado pocos. Hay gente que querría entonces desesperadamente tener
más, pero ya no puede». Él es el noveno de doce hijos y se lo agradece siempre a sus padres.
Tiffany y él han fundado Ríos de Esperanza (Rivers of Hope), una asociación provida que facilita la adopción de niños.
Además, Philip se ha pronunciado públicamente sobre la pureza: «La gente joven no se da cuenta de qué regalo es en el contexto del matrimonio». Se opuso a los anuncios que atentan al pudor: «Es una vergüenza. Hay que defender la inocencia de los niños» afirmó. Y aconseja orar con ellos, algo apropiado a su edad: «Cuando se acerca el final del día y no lo hemos hecho, son mis hijos los que lo piden».
José Martínez Colín
temesdavui.org / Almudí
temesdavui.org / Almudí
No hay comentarios:
Publicar un comentario