En su época de comandante, destinado a una guarnición en Tréveris, en Alemania, espera con ilusión la llegada del tercer hijo, que resulta ser una niña, Anne. Nace la pequeña el 1 de enero de 1928. Anne padece el síndrome de Down y con un índice de retraso mental muy grave. A la niña nunca le faltará el cariño de su padre a lo largo de su vida.
A diario la sienta sobre sus piernas y logra hacerla reír cantándole una y otra vez la misma canción. "Pintar al óleo es más difícil -dice el texto-, pero más bonito que la acuarela". También cuando llega a ser el presidente del gobierno, al final de la Guerra Mundial, continúa con la misma dedicación a la hija.
Según el testimonio de una sobrina del general, éste le contaba cuentos y le cantaba canciones populares, cosa que satisfacía mucho a la niña. Anne morirá a los veinte años. Charles de Gaulle confiará a Maurice Schumann:
-Era incurable, y por eso aún más querida.
-Era incurable, y por eso aún más querida.
Cfr. J. Toulat, Esos niños "especiales"
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