domingo, 12 de febrero de 2012

¿Para qué vivimos?

   La verdad es que el anuncio no lo aclara, pero como es oriental, es inteligente, sugerente y da qué pensar.

   Nosotros los cristianos conocemos la respuesta. Las palabras del Papa en la JMJ de Madrid de agosto de 2011 hicieron vibrar a dos millones de jóvenes de 197 países del mundo:

   "¿Cómo puede un joven ser fiel a la fe cristiana y seguir aspirando a grandes ideales en la sociedad actual? En el evangelio que hemos escuchado, Jesús nos da una respuesta a esta importante cuestión: «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor» (Jn 15, 9).

  Sí, queridos amigos, Dios nos ama. Ésta es la gran verdad de nuestra vida y que da sentido a todo lo demás. No somos fruto de la casualidad o la irracionalidad, sino que en el origen de nuestra existencia hay un proyecto de amor de Dios. Permanecer en su amor significa entonces vivir arraigados en la fe, porque la fe no es la simple aceptación de unas verdades abstractas, sino una relación íntima con Cristo que nos lleva a abrir nuestro corazón a este misterio de amor y a vivir como personas que se saben amadas por Dios." (Benedicto XVI, Vigilia de Cuatro Vientos, JMJ 2011)

Capellanía Aldeafuente / Juan Ramón Domínguez

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