jueves, 29 de octubre de 2020

Un viaje de nueve meses. Un máster. Un bebé

 


Hace tiempo que tenía que escribir el favor (en realidad, los favores) de don Álvaro. Se lo debía. Con Nazareth nos casamos en Argentina el mes de marzo de 2012. Felicidad plena, nos fuimos de luna de miel. A los pocos días de regresar, tuvimos una de las mejores noticias: ¡íbamos a ser papás! Sin embargo, esa alegría inmensa se tiñó de oscuridad, pues a las pocas semanas perdimos el embarazo.

Fue un golpe muy duro. Al año siguiente, volvió a quedar embarazada... y volvimos a perderlo.

martes, 20 de octubre de 2020

«El hombre contemporáneo se deja interpelar por la belleza»

 Andrej Matis fue ordenado recientemente sacerdote por el secretario de Estado vaticano, cardenal Parolin. Este joven eslovaco se dedicaba a la música de forma profesional como violinista del cuarteto de cuerdas “Mucha Quartet”. Con 21 años se incorporó al Opus Dei y más tarde decidió poner su vida al servicio de Dios y de la Iglesia como presbítero.

miércoles, 14 de octubre de 2020

El Papa recibe al Cardenal George Pell

 El purpurado australiano volvió a Roma en los últimos días. En abril de este año fue absuelto unánimemente de los cargos de abuso de menores por el Tribunal Superior de Australia. Estuvo en prisión por más de 400 días

Papa al cardenal Pell: Gracias por su testimonio

El Papa ha recibido hoy en audiencia al Cardenal George Pell, de 79 años, Prefecto Emérito de la Secretaría para la Economía (2014-2019), que regresó a Roma en los últimos días. Dejó el Vaticano en julio de 2017 para afrontar el juicio por abuso de menores. El Papa le concedió un período de permiso para defenderse de las acusaciones. En abril de este año fue absuelto unánimemente de los cargos de abuso de menores por el Tribunal Superior de Australia. Estuvo en prisión más de 400 días. Repasemos sintéticamente el proceso del juicio.

romereports.com

martes, 13 de octubre de 2020

Me pongo totalmente en las manos de Dios

“De lo que estoy cierto es de que Dios no me abandonará sin culpa mía. Por esto, me pongo totalmente en manos de Dios con absoluta esperanza y confianza. 

Si a causa de mis pecados permite mi perdición, por lo menos su justicia será alabada a causa de mi persona. Espero, sin embargo, y lo espero con toda certeza, que su bondad clementísima guardará fielmente mi alma y hará que sea su misericordia, más que su justicia, lo que se ponga en mí de relieve. (…) Nada puede pasarme que Dios no quiera. Y todo lo que Él quiere, por muy malo que nos parezca, es en realidad lo mejor.”

(Sto. Tomás Moro, Carta escrita en la cárcel a su hija Margarita)