Su familia tenía una discoteca, pero su pasión siempre fueron los caballos. Miguel buscó a Dios en lugares equivocados. Pero al fin puede relatar la historia de su conversión, cómo conoció el Opus Dei y cómo un cáncer y una estancia en un hospital de Lisboa le acercaron a Dios.
Me llamo Miguel, vivo en Lisboa y tengo 40 años. Nací en una familia muy normal con otros dos hermanos. Estudié hasta el 12º grado en la Escuela de Desarrollo Rural de Abrantes en el módulo de manejo de caballos.