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martes, 11 de abril de 2017

El labrador y su burro

Seguro que te suena la historia de aquel labrador que, despatarrado y orondo en su burro, volvía del campo con el hijo, que caminaba detrás.
El primer vecino con quien se toparon afeó la conducta del labriego: —¿Qué? ¿Satisfecho? ¡Y al hijo que lo parta un rayo! Apeose el viejo y montó al hijo. Unos cien pasos darían cuando una mujer se encaró con ellos: —¡Cómo! ¿A pie el padre? ¡Vergüenza le debía dar al mozo! Bajó éste abochornado, y amigablemente conversaban tras el jumento, cuando un guasón les tiró una indirecta: —¡Ojo, compadre, no tan deprisa que se les aspea el asno! No sabiendo ya a qué carta quedarse, montaron ambos. Andaba cansino el burro el último trecho, y alguien les voceó de nuevo: —¡Se necesita ser bestias!; ¿no veis que el pobre animal va arrastrando el alma por el suelo? —Ya sólo les faltaba cargar con el borrico a sus espaldas…

sábado, 13 de agosto de 2016

La esquizofrenia de Esteban

Cada día era una historia. Una mañana había asesinado a tres campesinos, por la tarde había robado la caja fuerte del bar, y los fines de semana decía haberse bebido hasta la última gota de alcohol del pueblo. Lo peor es que se lo creía: Esteban –que así se llamaba– estaba absolutamente convencido de su culpabilidad en cada una de estas cosas, y le costaba explicarse por qué no lo llevaban a la cárcel. 

Luego se le olvidaba, y a otra cosa. Todos le conocían y no lo tomaban en consideración: es culpa –decían– de su enfermedad. Esquizofrenia es una palabra que viene del griego y significa partir (escindir) la inteligencia. Califica a ese grupo de enfermedades mentales que disocian las funciones psíquicas y pueden conducir a una demencia incurable.

sábado, 15 de agosto de 2015

La esquizofrenia de Esteban

Cada día era una historia. Una mañana había asesinado a tres campesinos, por la tarde había robado la caja fuerte del bar, y los fines de semana decía haberse bebido hasta la última gota de alcohol del pueblo. 

Lo peor es que se lo creía: Esteban –que así se llamaba– estaba absolutamente convencido de su culpabilidad en cada una de estas cosas, y le costaba explicarse por qué no lo llevaban a la cárcel. Luego se le olvidaba, y a otra cosa. Todos le conocían y no lo tomaban en consideración: es culpa –decían– de su enfermedad.

Esquizofrenia es una palabra que viene del griego y significa partir (escindir) la inteligencia. Califica a ese grupo de enfermedades mentales que disocian las funciones psíquicas y pueden conducir a una demencia incurable.

martes, 8 de octubre de 2013

EL MOZO DE ESTACIÓN

   
   «No hace mucho, oí una historieta de esas, que procuré no olvidar para contarla en ocasiones como esta. Es una tontería: había un mozo de estación que iba golpeando las ruedas de los vagones con un martillo, como suele ocurrir a veces cuando el tren se para en algunas estaciones. Un pasajero, al verle, se asomó a la ventanilla y gritó: “¿Desde cuándo viene haciendo eso?”. “Desde hace veinte años, señor”. Contestó el mozo. “¿Y para qué lo hace?”, volvió a preguntar el viajero. “No tengo ni idea”»[1].

   Enredados en miles de cosas, alegra pensar que nadie nos pregunte la razón por la que obramos. ¿Sabrías responder? Por qué tanto deporte, por qué tanto trabajo, por qué tantos encargos, agobio, prisa... Por qué, por qué, por qué.

miércoles, 25 de julio de 2012

UNA BROMA LOS PUSO EN EVIDENCIA

   Recuerdo aquel relato protagonizado por un escritor inglés –nunca supe su nombre- que quiso gastar una broma a diez de sus conocidos. A todos ellos les unía una cosa: su prestigio social. Gozaban de un halo de rectitud, admitido sin fisuras por todos los conciudadanos del país.

   Pues bien. Al protagonista de la historia un día no se le ocurrió otra cosa que enviarles por correo, a esos diez amigos de buena posición y fama, una escueta misiva que decía únicamente lo siguiente:
Márchate enseguida: se ha descubierto todo.

   Cuentan que la sorpresa del literato fue mayúscula cuando comprobó que, uno por uno, sus diez compañeros abandonaron el hogar precipitadamente nada más recibir la carta. Una simple broma removió corrupciones inconfesables.

Javier Fumero
El Confidencial Digital

lunes, 5 de diciembre de 2011

Dispuestos a recibir un tiro

Imagen de la película Cristiada
   Cuentan que durante la guerra de los “cristeros”, cuando la Revolución Mexicana persiguió a muerte a la Iglesia, las misas se hacían clandestinamente y los vecinos se pasaban la voz cada vez que llegaba un sacerdote vestido de paisano al pueblo. En un pueblo, en algún lugar rural de México, esperaban al sacerdote que llegaría ese fin de semana de un pueblo vecino. 

   Los catequistas clandestinos tenían preparados bautizos y otros sacramentos y para tal ocasión consiguieron un viejo granero, lo suficientemente amplio para albergar unos cientos de fieles. Aquel domingo por la mañana el viejo granero estaba totalmente lleno con una cantidad de fieles de alrededor. Las 600 personas que estaban reunidas esperando el inicio de la celebración se sobrecogieron al ver dos hombres entrar vestidos con uniforme militar y armados. 

   Uno de los hombres dijo: "El que se atreva a recibir un tiro por Cristo, quédese donde está. Las puertas estarán abiertas sólo cinco minutos". Inmediatamente el coro se levantó y se fue. Los diáconos también se fueron, y gran parte de la feligresía. De las 600 personas solo quedaron 20. El militar que había hablado, miró al sacerdote y le dijo: "OK, padre, yo también soy cristiano y ya me deshice de los hipócritas. Continúe con su celebración".

INTERROGANTES.NET

jueves, 31 de marzo de 2011

DESCUBRIR A DIOS

    Me ha gustado mucho esta entrada de Vicente Huerta y os la reproduzco.

   Sorprende gratamente la conversación de Anne Igartiburu con María Ángeles Férnandez en el programa "Ultimas preguntas de la 2 de TVE.

   Se ve aquí a una mujer que ha descubierto a Dios al entrar en contacto con la congregación religiosa de las "Hermanas de la Caridad de Santa Ana" en Ankur (India) al realizar los trámites de adopción de su hija Noa. Desde entonces colabora con ellas de forma activa y desinteresada.

  Acostumbrados a oirle hablar de noticias del corazón y frivolidades varias, llama la atención escuchar de sus labios conceptos como el compromiso, la espiritualidad, cómo es Dios para ella, cómo vive su Fe, la presencia de Dios en su peculiar biografía, la coherencia de vida en su agitada profesión, la búsqueda del sentido último, el sufrimiento, las preguntas importantes...

SER PERSONA

lunes, 3 de mayo de 2010

Haré católico a mi marido...

"Mi esposo se convirtió al catolicismo cuando yo aprendí a vivir como católica".


          Poco antes de casarme, mi párroco me previno sobre las dificultades que me esperaban con un compañero que no pertenecía a la Iglesia Católica.

          Yo lo haré católico, dije jactanciosamente. -No se puede hacer católico a nadie, hijita mía, -me respondió. Eso es un don de Dios. Sólo se puede desear que las personas vean la misma luz que nosotros vemos rezando por ellas y dando buen ejemplo.

          Mis suaves insinuaciones a mi marido, en los primeros tiempos de casada, pronto se transformaron en constantes impertinencias. Mi lengua se mudó en látigo. Un día mi esposo, en el colmo de la irritación, me replicó: -Si tú eres un ejemplo de catolicismo, jamás seré católico. 

          En ese instante comprendí el sentido de las palabras de mi párroco. Dejé de hablar de religión y comencé a practicarla. Pasó el tiempo y al fin, mi marido pidió el bautismo.