Jaime lleva un año trabajando en el corazón de Rusia. Tras un curso acelerado de ruso para naturales de León, ya se maneja con soltura, incluso a 30º bajo cero. Allí colabora con la labor apostólica del Opus Dei, que lleva 8 años ayudando a la Iglesia en un país con un porcentaje mínimo de católicos, pero "muy abierto a la trascendencia".
Jaime Falcó vive en Moscú.
38 años. Natural de León. Hijo de militar, y habitual en el mundo de acá para allá. Valladolid. Santander. Roma. Y última parada, de momento: Moscú. Así, contado, parece como ir en metro.
Licenciado en Administración de Empresas, con experiencia en el mundo de la asesoría y de la enseñanza. Con mucho de español, algo de italiano, y bastante de ruso después de un año de curso intensivo.