Son
dos personajes famosísimos. Uno de la historia, otro de la literatura.
Contemporáneos. Muchos siglos antes de Cristo. Abrahán y Ulises. En el
fondo, dos modos de vivir.
Ulises representa la lucha. Este héroe griego tuvo que batallar contra
miles de dificultades. Puso en juego toda su fuerza, y consiguió
sobrevivir a innumerables peligros: los maléficos cantos de las sirenas,
la enconada lucha con Polifemo... Ulises peleaba por recuperar a su
esposa y a Telémaco, su hijo. Ulises es fuerte y astuto, así que no se
deja vender fácilmente: sabe que puede triunfar sobre dioses y hombres.
Es poderoso y valiente.
Sin embargo, toda su fuerza no le sirvió para vencer a su trágico
destino. La historia de Ulises está llena de confusión, muerte, sin
sentido y vacío.
Mientras que Ulises es un personaje de la literatura griega, Abrahán es
una figura histórica, que vivió en Ur de Caldea y acabó por ser padre de
un pueblo numeroso como las estrellas del cielo: Israel.