Con un pie en los 90, es párroco de Mezonzo desde hace más de cincuenta años. Cada domingo, este gallego se monta en su Citroën para oficiar misa en las cuatro parroquias de las que se encarga
Don Miguel tiene una historia. Verán. Nació un 18 de diciembre de 1932, domingo, recuerda mientras abre la puerta de madera de la casa en la que vive desde que se convirtió en cura de Mezonzo, hace ya medio siglo. Lo acompaña Rufo, un perro pachón y amable al que dedica todas sus atenciones.