jueves, 17 de agosto de 2017

....y sonó el móvil en un concierto de música clásica



Seguro que lo has leído alguna vez también a la puerta de… una iglesia. Y añado este punto porque el temita clama al cielo.
Nos tienen que advertir expresamente y por escrito −y sigue habiendo quien no se entera− eso de: “Apaga tu móvil antes de entrar al templo. Para hablar con Dios, no lo necesitas”.
También nos advierten que lo apaguemos o silenciemos, en la ópera o antes de un concierto: para que no suenen más melodías que las previstas en el programa de mano

Por cierto, ¿te imaginas si en una recepción real te sonase el móvil? O, simplemente, ¿verdad que te incomoda que lo haga −por respeto a tu interlocutor− incluso en una reunión ordinaria?
No me digas que no… No sonaría bien.
En fin, que con independencia de que seas del ámbito civil o militar, creyente, ateo, agnóstico o mediopensionista, el respeto, la educación, la urbanidad son tan necesarias como comer (tú sabes bien, masticando con la boca cerrada y sin poner los codos).
3-en-uno, tres en raya…: seguro que a ti no te hace falta el recordatorio; pero, a mí ¡me hacía falta el post! Aquí lo tienes: puntualmente.
José Iribas, en dametresminutos.wordpress.com.

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