El lockdown (confinamiento) en Reino Unido duró bastantes semanas. Ashwell House es una residencia femenina londinense en la que Estelle ha vivido varios años. Tras este periodo tuvo curiosidad por conocer cómo habían reaccionado las residentes, que proceden de muchos países, en una situación tan inusual.
Estelle ha vivido en Ashwell durante tres años. Tenía curiosidad por saber si las estudiantes que estuvieron en la Residencia durante el confinamiento tuvieron la misma experiencia que ella: ¿también sintieron a Ashwell como un hogar lejos de su hogar?
Para averiguarlo, Estelle entrevistó a varios de los estudiantes que estuvieron allí entre marzo y junio de 2020. Se sorprendió felizmente al descubrir que estas Ashwelianas no sólo sobrevivieron al encierro, sino que también tuvieron éxito en sus estudios, desarrollaron profundos lazos de amistad y aprendieron lo resistentes, creativas e ingeniosas que podían ser.
Durante el primer cierre en Inglaterra por Covid-19, las residentes de Ashwell House se encontraban en una situación muy diferente a la de la inmensa mayoría de las personas del mundo, ya que vivían 25 personas en el mismo hogar. Varias estudiantes eran del extranjero y no podían regresar a sus países. Así que tuvieron que adaptarse y compartir espacios, estudiar en casa todo el día y contribuir con su trabajo en la cocina y en la limpieza de la Residencia, todo ello sin poder visitar a sus amigos ni pasar más de una hora fuera de las instalaciones de Ashwell.
Día a día se fueron forjando amistades más profundas. El esfuerzo para que las demás se sintieran cómodas dentro de esta situación creó una comunidad mucho más fuerte que antes.
Vídeo de Ashweel House
Así lo experimentó Andrea, una de las residentes: “vivir en Ashwell me permitió tener paz, contar con el apoyo de tantas residentes; y eso me ayudó, incluso a preparar todos los documentos para mi disertación, que tuvieron que transformarse de objetos de diseño físicos a digitales. El apoyo de todas en Ashwell me dio mucha confianza”.
¿Cómo sobrevivieron al confinamiento durante tantas semanas?
Cuando no estaban estudiando, los estudiantes organizaban actividades divertidas para levantar el ánimo y mantenerse entretenidas. Desde disfrutar de los días soleados en la terraza de la azotea de Ashwell hasta celebrar un concurso de talentos. A los residentes no les faltaron ideas a la hora de divertirse.
“Ashwell es un espacio muy grande en comparación con otros lugares [...] y teníamos espacio para hacer muchos ejercicios en el vestíbulo, relata Marta. “Disfrutar de las puestas de sol en la terraza convertida en una playa -apunta Wen- o jugar al bádminton y algún que otro maratón de películas o series hizo que esas semanas fueran más amenas”.
En lo cotidiano
“Es increíble cómo se puede llegar a conocer a las demás e incluso disfrutar haciendo las tareas cotidianas de la casa cuando se pone cariño”, relata Eloise. Algunas de las estudiantes se sorprendieron al aprender tanto sobre los demás colaborando en las tareas de la Residencia: “Incluso hice nuevas amigas mientras cocinábamos o lavábamos los platos, continúa Eloise. Vi diferentes aspectos de la gente que, en los meses anteriores, era más difícil porque a veces somos muy independientes, y nos refugiamos en nuestros estudios o en el grupo de amigos que ya hemos formado. encerrándonos en los estudios, amigos, etc. Así que llegamos a conocernos mucho mejor”.
Femi tiene la misma impresión que Eloise: “Durante el confinamiento no había personal en Ashwell, así que todas teníamos que ayudar a limpiar, fregar y poner las mesas de las comidas. Realmente eran las tareas normales que harías en casa. Para mí fue una época en la que llegué a conocer mucho mejor a la gente. También poníamos música -llegué a descubrir los gustos de la mayoría- y manteníamos conversaciones interesantes. Fue una sorpresa muy agradable”.
Breaking bread (Compartir el pan)
Compartir el rato del almuerzo siempre ha sido una parte importante del estilo de vida de Ashwell. La comida casera y, aunque sencilla, está hecha con tanto cuidado que siempre es deliciosa. Así que no es de extrañar que durante el confinamiento, la hora de la comida fuera una parte fundamental del día para las residentes.
Con tantos estudiantes de todo el mundo, las residentes pudieron compartir recetas originarias de su país y su amor por la comida. Además, se celebraba todo: desde la Pascua hasta los cumpleaños, pasando por la presentación de las tesis; siempre había una excusa para celebrar y compartir una buena comida.
“Mis momentos favoritos -cuenta Marta- fueron los almuerzos especiales en la terraza -un día con comida peruana y mexicana, otro día con pizza y una barbacoa por el lunes de Pascua- y con un tiempo realmente increíble para Londres. Además, ¡el golden-hour cocktail del domingo de Pascua!”.
Fortalecer la fe
Pero lo más importante, lo que ayudó a muchas de las ashwelianas a ser resilientes, fue vivir su fe a fondo. Los ratos de oración, muchas veces juntas, les fortaleció y les unió.
“Estar en Ashwell durante el encierro -cuenta Eloise- me ayudó a ver que el espíritu de la Obra era real, no sólo algo teórico que oía en las charlas de formación cristiana. Ahora podía ver a otras personas viviéndolo, incluso cuando las circunstancias eran duras. Eso me fortaleció definitivamente. Muchas de nosotras rezábamos el Rosario juntas e íbamos a misa online. También nos sentíamos muy unidas al Santo Padre pues seguimos la Semana Santa a través del canal de YouTube del Vaticano. Realmente sentías que en la pandemia el mundo entero estaba unido”.
Ashwell House sacó el máximo partido de un momento difícil, convirtiéndolo en una experiencia memorable para todas las implicadas. Esto fue posible porque Ashwell House es algo más que una simple residencia de estudiantes. La comunidad que Ashwell House crea cada año es la razón por la que las estudiantes que pasan por ella suelen destacan en sus estudios. Se les ofrece algo más que una habitación: reciben amistad, orientación y apoyo. Y un hogar.
opusdei.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario