sábado, 20 de febrero de 2016

Superviviente de Auschwitz: Es necesario que amemos al prójimo

Es el saludo entre el Papa Francisco y Alberto Mieli en la sinagoga de Roma. Tiene 91 años y pasó dos en el campo de exterminio de Auschwitz.

En su visita, el Papa honró la memoria de todas las víctimas del Holocausto con estas palabras.

Francisco

"El Holocausto nos enseña que es necesaria siempre la máxima vigilancia para poder intervenir tempestivamente en defensa de la dignidad humana y de la paz. Quisiera expresar mi cercanía a cada testigo de la Shoah que aún vive; y dirijo mi saludo a todos los aquí presentes”. 


Es el mensaje que transmite Alberto desde que terminó su pesadilla. Lo repite especialmente cuando habla para niños y jóvenes: El odio solo conduce al mal.

Alberto Mieli
Superviviente de Auschwitz 
"Nunca tener odio, rencor o desear venganza. Porque estos tres factores forman un círculo vicioso que siempre da como resultado el luto y la muerte. Por eso, hace falta buscar siempre la paz”.
Su experiencia como judío deportado de Roma en octubre de 1943 y como prisionero en el campo está plasmada en este libro "Éramos judíos”, escrito junto a su nieta. Aunque ha sido capaz de volcar ahí sus recuerdos, aún le resulta difícil encontrar las palabras para explicar lo que le pasó.

ALBERTO MIELI
Superviviente de Auschwitz
"Estar casi dos años en Auschwitz es algo... no sé ni explicarlo pero... lo que he visto con mis ojos es la cumbre del mal, de la maldad humana, el mal que puede llegar a hacer una persona a sus semejantes”.

Cuenta episodios difíciles de leer y de una crueldad que sobrepasa los límites. Por eso, él mismo tardó décadas en poder hablar de lo que vivió.

MONS. MARCO GNAVI
"El libro es un llamamiento a las conciencias. Es también la apertura de Alberto a este recuerdo dolorosísimo. No olvidemos que ha empezado a hablar de ello 40 años después de haber vivido la tragedia de la Shoah en carne propia”.

A la presentación en Radio Vaticana también asistió el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, que ha escrito el prólogo. Se colocó la  kippá en la cabeza como muestra de respeto por el pueblo judío en la conmemoración del día de la memoria, una jornada que se celebra de forma internacional desde 2006, el mismo día que las tropas soviéticas liberaron Auschwitz.  

El libro termina con una bendición para los niños, por expreso deseo de Alberto. El superviviente quiere dejar claro que hay una única idea que recorre esta obra. Una idea sencilla pero que la Historia demuestra una y otra vez que es difícil poner en práctica.

ALBERTO MIELI
Superviviente de Auschwitz
"El hombre debe meterse en la cabeza que hace falta amar al prójimo”.
romereports


No hay comentarios:

Publicar un comentario