Preguntaba una señora al conductor, cuando ya estaban a punto de alcanzar la cima:
-¿Qué ocurriría si se rompiese el cable?
-¿Qué ocurriría si se rompiese el cable?
Contestó el conductor:
-Pondríamos enseguida los frenos.
Insistió en preguntar la señora, que estaba un poco preocupada:
-¿Y si los frenos no funcionasen?
-Tenernos un doble freno de seguridad.
Pero no estaba ella muy satisfecha:
-¿Y adónde iríamos a pasar si tampoco éstos respondiesen?
A lo que contestó el conductor:
-Al Cielo o al Infierno, según los méritos de cada uno.
J. EUGUI
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