Después de los 7 goles que marcó a la Roma, el Bayern de Munich continuó con su especial estancia en la Ciudad Eterna visitando al Papa Francisco.
Al bajar del autobús muchos jugadores parecían cansandos aunque, una vez dentro del Vaticano, el sentido del humor del Papa les hizo despertarse.
"He escuchado lo del partido de ayer. No comment”.
No es un secreto que al Papa le gusta el fútbol, por eso, aprovechó la oportunidad para recordar un partido del año 86 que tuvo como protagonista a Karl-Heinz Rummenigge, presente en el encuentro como directivo del Bayern.
"Recuerdo ese partido del 86 porque estudiaba entonces en Frankfurt”.
El Papa además habló a los jugadores de la importancia del deporte, especialmente, para los niños.
"El deporte tiene una dimensión educativa para los niños y es muy importante”.
El equipo alemán le hizo dos regalos. Uno, una camiseta con su nombre firmada por todos los jugadores. Se la entregaron los capitanes. Otro, un balón con un significado muy especial.
"El próximo año haremos un partido benéfico en favor del Papa. De la recaudación queremos donar un millón de euros para las causas caritativas y benéficas que usted decida, independientemente de la fe o del color de las personas a quienes vaya dirigido”.
El encuentro acabó con los saludos del Papa a los directivos, jugadores y al entrenador, el español Pep Guardiola.
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