Según un testimonio difundido por una colaboradora de las Misioneras de la Caridad que relata cómo se produjo la masacre que acabó con la vida de cuatro religiosas.
Una colaboradora de las Misioneras de la Caridad ha difundido el relato de la masacre perpetrada en Yemen que ha podido conocer a través de las religiosas. En el ataque en una residencia yemení protagonizado por islamistas radicales fueron asesinadas cruelmente cuatro misioneras de la caridad y otras doce personas que salieron en su defensa, ancianos y voluntarios.
Los atacantes, armados con fusiles automáticos, asesinaron al guardián de la residencia para poder acceder al interior y a todos los que se interpusieron en su camino. Según este testimonio, al entrar en la residencia, los yihadistas tranquilizaron a los ancianos y discapacitados y les aseguraron que no les matarían porque sólo buscaban a los cristianos.
Este relato confirma las declaraciones del vicario apostólico de Arabia del Sur, quien ha asegurado que “no hay duda que las hermanas han sido víctimas de odio contra nuestra fe” y ha explicado que en la región de mayoría islámica “hay algunos grupos radicales que simplemente no soportan la presencia de cristianos que sirven a los más pobres de los pobres”.
Sin embargo, según asegura esta colaboradora de las Misioneras de la Caridad, algunos de los ancianos a los que las religiosas atendían salieron en su defensa durante el ataque y fueron asesinados. Los yihadistas también arrebataron la vida a varios voluntarios que ayudaban a las hermanas a atender a los pobres en la residencia.
Finalmente, los atacantes alcanzaron su verdadero objetivo: las religiosas a las que acusaban de hacer proselitismo cristiano con las personas a las que cuidaban. Cuatro de ellas murieron de forma terrible bajo los disparos de los terroristas, y a algunas, según se recoge en este testimonio, incluso les aplastaron la cabeza.
Tan sólo una de las hermanas consiguió sobrevivir a la masacre, la superiora del convento que hasta ahora se pensaba que se escondió para salvar la vida. Sin embargo, esta hermana no se ocultó sino que, al conocer el ataque, corrió hasta la capilla para poner a salvo las hostias consagradasreservadas en el sagrario.
La única misionera que ha sobrevivido a la tragedia abrió el sagrario y mientras trataba de consumir las hostias consagradas para evitar su profanación, irrumpió en la capilla uno de los atacantes.Cuando la superiora se preparaba para ser asesinada como sus compañeras, el yihadista dio media vuelta y salió del lugar sin que aparentemente hubiera notado la presencia de la religiosa.
Este hecho ha sido calificado por las misioneras que lo narran como un milagro del Santísimo al que la hermana pretendía salvar de la profanación, poniendo en riesgo su propia vida. La superiora es la única religiosa superviviente de la masacre de Yemen.
Durante el ataque, fue secuestrado el sacerdote indio Tom Uzhunnalil, que atendía espiritualmente a las Misioneras de la Caridad y residía temporalmente con ellas, después de que su parroquia fuera atacada por un grupo de hombres armados el pasado mes de septiembre en el barrio de Al Tauahi, en el centro de Aden.
Se puede escuchar el relato de la misionera: AQUÍ
infovaticana
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