La Navidad puede prepararse de muchos modos. Uno de ellos es hacerlo en familia. Padres e hijos pueden hacer juntos voluntariado familiar y ayudar a otras personas necesitadas. Eso es lo que han intentado las familias del colegio Tajamar, que esta Navidad han servido comidas y cenas solidarias a mil quinientas personas de colectivos desfavorecidos. Aparte de las comidas han colaborado en el reparto de cestas de Navidad a mil familias con escasos recursos y prepararon 400 lotes de regalos personalizados para 400 niñ@ de La Cañada Real.
Poner juntos la mesa y la comida
Para ver cuánto ayuda a la educación de los hijos este tipo de actividades no hay que esperar a que sen mayores. Los efectos son inmediatos. Un ejercicio, a veces costoso, como es poner y quitar la mesa en casa, puede convertirse en la ocasión de aprender a hacerlo con arte. Sobre todo si, además, los que se sientan a comer son otros.
Esta Navidad, las familias del colegio han colaborado en la preparación de ocho comidas y cenas. Al ser tan grande el número de acciones y las personas que asisten, las familias que participan en el voluntariado familiar se distribuyen y organizan. Por ejemplo, las de 3º A de Primaria prepararon, en colaboración con Avanza ong, una comida solidaria para indigentes en el Comedor Solidario de Torrejón de Ardoz, llevado por las Hermanas del Sagrado Corazón, el domingo 4 de diciembre. Virginia Gotarredonda y Fernando Bartolomé, los padres que propusieron la idea al resto de la clase de su hijo, dicen que “pensamos que es una buena manera de hacer una actividad especial con nuestros hijos. Así ven también una realidad algo distinta y a la que no están habituados”. VER VIDEO.
Avanza ong les facilitó todo lo necesario para decorar el comedor con motivos navideños. De este modo, crearon un ambiente cálido, lo cual era importante, pues algunas de las personas que asistieron viven en la calle. Organizaron dos turnos, el primeros a las 13.00 h para 45 personas, y el segundo a las 14 para otros 30.
Padres, madres e hijos trabajaron juntos en la preparación. Extender manteles, colocar la cubertería, colgar motivos navideños… “Aunque lo que más ayudó a mi hijo –refiere otro padre- fue servir la comida a estas personas e interesarse por ellos, preguntarles si les había gustado, si querían más, si estaban cómodos…”.
La hermana Fuensanta, religiosa que dirige el comedor, y Margarita, la asistente social, que le ayuda, estaban gratamente sorprendidas por la generosidad y entrega de estas familias. “Nosotras queremos que estas personas que vienen a este comedor vivan el sentido auténtico de la Navidad”, señaló Fuensanta. Al inicio de la comida bendijeron la mesa y leyeron el pasaje del evangelio donde se narra el Nacimiento de Jesús. Luego terminaron cantando unos villancicos, todo juntos alrededor de las mesas.
El profesor de la clase, Álvaro Gil, señalaba que “ha sido una actividad excepcional para todos los que hemos participado y supongo que a los alumnos les habrá ayudado y lo tendrán en el recuerdo del año que hicieron Primera Comunión”.
Comida para madres sin recursos
Otra de esas de estas comidas se celebró el sábado 17 de diciembre, en el comedor del colegio. En colaboración con la Fundación RedMadre ofrecieron una comida solidaria para madres sin recursos y sus hijos. Como siempre, la comida fue cocinada por las familias voluntarias y servida por sus hijos. Era la primera vez que esas madres asistían a una comida de este tipo y estaban emocionadas. Cada una de ellas tenía su historia personal y, a la vez, algo en común: habían recibido apoyo de RedMadre en su maternidad.
Esmeralda, una joven de raza gitana, con 18 años y un hijo de 4 meses, reconoce que “desde el primer momento que supe que estaba embarazada decidí que tenía que luchar al 100% por tener a mi hija”. No duda en aconsejar “a todas las mujeres que se quedan embarazadas que luchen por aquello que llevan en su vientre”.
Estela, una mujer peruana de 40 años, se quedó embarazada de gemelos. “Oí hablar de RedMadre, pero pensé que solo ayudaban a mujeres jóvenes. Sin embargo, les pedí ayuda y me alentaron mucho y dieron gran confianza.” A pesar de su formación universitaria está en paro.
Las familias del colegio que participan en estas actividades de voluntariado lo hacen por ayudar personas en situaciones muy desfavorecidas y porque “quiero que mis hijos vean otras realidades distintas a las que están acostumbrados y valoren lo que tienen”, dice Marta Zorzo, madre de cuatro hijos. Su marido, Antonio, añade que “sorprende ver las capacidades de tus hijos para desenvolverse en de manera más responsable. Además les aumenta su autoestima”.
Regalos de Reyes para niñ@s de La Cañada
Otra de las acciones que llevarán a cabo la ong Avanza y Tajamar es la elaboración de lotes de “regalos personalizados para niños de La Cañada”. Se trata de dar respuesta a 400 cartas a los Reyes que han escrito niñ@s de esa barriada. Los regalos, personalizados, son comprados por familias en su mayoría y también han participado voluntariamente empleados de algunas empresas, como Repsol y Anadat.
Los días 27 y 28 de diciembre prepararán, en un aula del colegio, todas las cajas con los regalos. El 4 de enero lo llevarán a sus familias “para que sean ellas las que los repartan a sus hijos en un acontecimiento familiar”, señala Ignacio San Román, director de Tajamar.
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