Piñero y su avión |
Este genovés más argentino que italiano (llegó a Buenos Aires siendo un bebé) es millonario: «Está todo declarado», dice antes de que se le sigan haciendo preguntas.
En su pedazo de aeronave, esas que se usan para cruzar el Atlántico, Piñeyro monta gente que huye de la miseria, de la guerra, de la esclavitud. Lo hizo con población de Mozambique, Madagascar, Níger y ahora Ucrania. Y cuando no puede rescatar gente, lleva ayuda. De hecho, en lo peor de la pandemia de Covid llevó oxígeno a la India, de la mano de Open Arms (con quien trabaja habitualmente) y la Fundación Vicente Ferrer. Fue cuando los hospitales y las morgues improvisadas de la India ocupaban las portadas porque entonces la gente, literalmente, se moría ahogada. También se ofreció a llevar vacunas a su país, Argentina, de forma totalmente gratuita, llevando el material en su avión. Todavía sigue esperando que el Gobierno de Alberto Fernández le responda...
Piñeyro le ha puesto rostro a muchas tragedias y sabe que el sufrimiento humano no tiene fronteras. Pero sí encuentra diferencias con los refugiados que ya se trajo de Ucrania, vía Varsovia, con respecto a los de otros países.
«Cuando salimos de Níger rescatando gente que había sido torturada y esclavizada recuerdo que en el avión solo se escuchaban cánticos. Pero acá (Ucrania) se ve una desesperación enorme, no quieren irse, suben al avión llorando. Es cierto que los escuché aplaudir por poder salir de ahí pero al final de cuentas lo están dejando todo, son familias desgarradas: se marchan mujeres, niños y ancianos, el resto de su gente se queda», narra Piñeyro mientras habla con ABC y prepara su tercer viaje a Polonia. Este comenzó el lunes, desde Buenos Aires, y terminará en Roma. Pero esta semana hará dos viajes más para llevar a más refugiados a Cagliari y Palermo. En total, calcula que habrán salido de la guerra unas 750 personas.
abc.es
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