Jesús Labarta es jubilado y dedica buena parte de su tiempo libre a dos actividades relacionadas con la solidaridad: la organización de charlas para facilitar a las ONG que puedan encontrar voluntarios y la presidencia de una asociación que ayuda a las familias con algún miembro enfermo de ELA.
Jesús Labarta en una de las charlas de "Soluciones Solidarias".
"Jesús vibra especialmente cuando habla de ARAELA. No en vano un hermano de su mujer falleció de esta enfermedad cuando tenía 40 años, estaba casado y tenía dos niños pequeños".
La actividad estrella de Cooperación Social se llama Soluciones solidarias, y consiste en una serie de charlas en las que procuran poner en contacto a ONG de tipo asistencial con posibles voluntarios. "Los temas que elegimos se relacionan con el ámbito de acción de cada ONG, y a los asistentes que vienen, porque les atrae esa temática, se les da a conocer dónde podrían ejercer su voluntariado. Es una tarea a medio y largo plazo, pero ya va dando sus frutos". Llevan ya 44 charlas organizadas desde el año 2003 con temas como los niños con síndrome de Down, los familiares de enfermos de Alzheimer, proyectos de desarrollo en África con Harambee y en Guatemala, actividades de Acción Familiar Aragonesa, etc.Cada una implica bastante dedicación: "ten en cuenta que tenemos que elegir el tema, buscar al ponente o los ponentes, el lugar, comunicarlo, animar a posibles asistentes, facilitar los contactos… Y lo importante es esa labor de mediación que hacemos entre unos y otros, para lograr que más personas, sobre todo gente joven, colaboren en causas humanitarias". La colaboración desinteresada de los implicados permite sacar adelante esta iniciativa. Mantienen contacto frecuente con unas 60 ONG aragonesas y conocen bien sus necesidades y las formas más eficaces para lograr voluntarios.
Jesús Labarta trabajando en el despacho de "Cooperación Social".
"Jesús está persuadido de que si él sigue es porque Dios le da una ayuda especial y porque las enseñanzas de san Josemaría Escrivá le empujan en esa dirección".
Jesús vibra especialmente cuando habla de ARAELA. No en vano un hermano de su mujer falleció de esta enfermedad cuando tenía 40 años, estaba casado y tenía dos niños pequeños. "Un compañero de trabajo me habló de esta asociación y enseguida me impliqué. La ELA es una enfermedad del sistema nervioso muy cruel, porque degenera en pocos años el cuerpo pero deja intactas las capacidades mentales. El enfermo sufre mucho por eso, y también los familiares".En el día a día se apoya en una trabajadora social para gestionar la asociación, y cuentan con la colaboración de una psicóloga, una terapeuta ocupacional, un grupo de fisioterapeutas y un logopeda. De todos estos profesionales necesita un enfermo de ELA, y facilitar esa atención es el objetivo principal que tienen marcado. "No les podemos dejar solos, aunque tengamos que dejarnos la piel para conseguir los recursos necesarios, están muy necesitados ellos y sus cuidadores".
"No podemos dejar solos a los enfermos, aunque tengamos que dejarnos la piel para conseguir los recursos necesarios"
opusdei.org
Los recortes de más de un 60% de las subvenciones que recibían les han obligado a llamar a muchas puertas para lograr cubrir el presupuesto y a echarle imaginación a la captación de fondos: han organizado conciertos solidarios, rastrillos, exposiciones de pintura... "Este año ya lo tenemos conseguido, a ver qué pasa el que viene. Hemos recibido ayudas de donde menos nos podíamos imaginar. Hay que ser valiente, constante y no perder el ánimo. Merece la pena el esfuerzo por todo el bien que se hace".
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