Es impresionante. Sufrió una contractura durante el peloteo previo a la final del Open de Australia, y quiso jugar todo el partido con un dolor casi insoportable. Tuvieron que interrumpir el encuentro para que lo pudiera atender el fisioterapeuta. Y al final, pidió perdón por haber terminado de esta manera...
¡Quien pelea siempre, gana en la victoria, en la derrota y hasta cuando se lesiona!
Jaime Sanz
No hay comentarios:
Publicar un comentario