lunes, 30 de marzo de 2015

James Nachtwey: “Hasta en los mayores infiernos he visto espacio para la esperanza”


   Sus compañeros le llaman el monje y viendo como ejerce su profesión se entiende. James Nachtwey lleva treinta años fotografiando la guerra, el dolor, la enfermedad, la pobreza y el hambre. Lo hace desde cerca, quizás desde demasiado cerca, no solo para que sus fotos sean buenas –como decía Capa- sino sobre todo para que puedan cumplir su objetivo: mover a la reflexión y sacudir la costra de indiferencia.



   El fotoperiodista neoyorkino congregó ayer a casi dos centenares de fotógrafos y periodistas en una clase magistral sobre periodismo de guerra y humanismo en la sesión organizada por Conversaciones Con en la sede de Madrid de la Universidad de Navarra. Unos días antes había estado en Pamplona para recibir el premio Brajnovic: un galardón que la Facultad de Comunicación de Navarra otorga a aquellos periodistas cuya trayectoria se haya significado por la defensa de los valores de la defensa de la dignidad humana, el respeto y el compromiso social.


En Madrid, James Nachtwey fue presentado por el fotoperiodista español Gervasio Sánchez que destacó como la forma de trabajar del fotógrafo español ha sido ejemplo y referente para toda una generación de profesionales.
Como si de una lección de Historia se tratara, Nachtwey fue repasando las fotografías más descriptivas de su trayectoria añadiendo los detalles, las anécdotas, los nombres de los protagonistas. Contando, en el fondo, las historias que laten detrás de cada instantánea. Para Nachtwey “el fotoperiodista es un altavoz de los dramas humanos y a veces el último recurso para que se escuchen los gritos de dolor de muchas personas olvidadas".
Pese a que sus ojos han visto de todo y que ha sufrido en sus propias carnes la vileza humana –está casi sordo de un oído y el año pasado recibió un balazo en una pierna- Nachtwey sostuvo en todo momento una visión optimista y esperanzada tanto del periodismo –“es una profesión que puede hacer sacar lo mejor de cada hombre: el compromiso, la responsabilidad social, el amor a la verdad"- como del ser humano –“hasta en los mayores infiernos he visto destellos de bondad y generosidad, he visto espacio para la esperanza".
Durante su intervención, el reputado fotoperiodista ha confesado que gran parte de la inspiración de su carrera profesional nació después de contemplar en el Museo del Prado los grabados de los desastres de la guerra de Goya tras su etapa universitaria. En su opinión, “Goya es el patriarca del fotoperiodismo de guerra, aunque en su época no existiera la fotografía".
Entre los asistentes estaban numerosos profesionales del fotoperiodismo como Olmo Calvo, Alfonso Armada (ABC), Moeh Atitar de la Fuente (periodista, fotógrafo y autor del blog Guerra y Paz), Paul Hanna (Reuters), Andrés Kudacki (AP), Carlos Montagud (El Mundo), Daniel Ochoa de Olza (AP), Óscar del Pozo (ABC), Begoña Rivas (Yo Dona), Susana Vera (Reuters) y Guadalupe de la Vallina.

Ecos en los medios de comunciación:
opusdei.es


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